El Banco Central (BCRA) apenas pudo capturar para las reservas el 1,1% del aluvión de dólares que la liquidación de la cosecha del campo, que el propio Gobierno calificó de "récord", derramó sobre la economía local en lo que va del año.
Se quedó con apenas 164 millones de dólares de los 14.373 millones de dólares que ese sector vendió en el mercado cambiario oficial local; un monto 98% inferior al que había logrado retener durante igual período de 2012, observó ayer en un informe con datos al pasado 19 de julio el economista Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
El dato deja a la vista los problemas que la restricción externa vuelve a plantear a la economía local, pese a las condiciones de demanda y precios muy favorables con que contó este sector durante este año. Explica además las dificultades con que el BCRA se encontró para recomponer su tenencia de reservas, tal como se lo propuso a fines de 2012, cuando presentó los "objetivos y planes para el desarrollo de la política monetaria, financiera, crediticia y cambiaria".
Buena parte de las proyecciones que allí plasmó, como la expansión del 4,5% en la economía local o el aumento del 13% en las exportaciones (crecieron sólo 5% en la primera mitad del año), partían de la estimación de una compra neta total de divisas durante 2013 que rondaba los 12.500 millones de dólares, pero sólo adquirió menos del 10% de ese total cuando ya transcurrieron siete meses (US$ 1195 millones al 26 de julio, último dato oficial).
La liquidación de divisas del campo "está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial", recuerdan en la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), que llevan conjuntamente su contabilidad.
Esos ingresos, que son seguidos muy de cerca tanto por el Gobierno como por los analistas y economistas privados porque constituyen la oferta de divisas más estable con que cuenta la economía local, representan, en promedio, un tercio de las exportaciones totales de bienes que realiza el país.
A mediados de julio, la presidenta Cristina Kirchner proclamó que la actual campaña agrícola alcanzará la cifra récord de producción de 105,4 millones de toneladas, con volúmenes históricos de maíz y cebada, de 32,1 millones de toneladas y de 5,2 millones de toneladas, respectivamente. En el sector privado manejan un saldo menor (en torno a 100 millones de toneladas en total), básicamente por disidencias en la cosecha de maíz, pero coinciden en la importante recuperación respecto de un 2012 cuyos resultados fueron afectados por la sequía.
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Norberto Yahuar, que le había provisto el dato a la mandataria, destacó ese mismo día que esto implicaba "más divisas para el país, más trabajo para nuestra gente y como dice la Presidenta mayor derrame de la riqueza entre los argentinos". Pero en términos de unas reservas ya debilitadas semejante aporte ya luce como una oportunidad perdida para recomponerlas.
"Más cuando se está gestando un cóctel muy indigesto para las cuentas externas en 2014 [y, por ende, para las reservas, que es la variable de ajuste de los desequilibrios] por la fuerte caída proyectada en el precio de la soja y el previsible fin de la hiperliquidez global", considera el economista Federico Muñoz.
La comparación con años anteriores es concluyente al respecto. Entre enero y julio de 2011, el BCRA le compró al sector 15.037 millones de dólares, pero debió desprenderse de poco más de US$ 9500 millones por conjunción de demanda privada y pública, con lo que logró retener para las reservas el 36,7% de las divisas que aportó el campo.
En igual período de 2012, esa capacidad de retención, ayudada por la imposición parcial y luego total del cepo cambiario, aumentó a 56,1% (ver infografía). Pero durante el año en curso virtualmente desapareció, por lo que sólo 1,10 dólares de cada 100 ingresados por este sector pasó a formar parte de las reservas.
Esto explica el deterioro en torno a 6000 millones de dólares que muestran las reservas en lo que va del año. O que los US$ 37.078 millones que declaró anoche como tenencia el BCRA representen apenas el 6,5% del tamaño de la economía (menos de la mitad respecto de México, 13%; Chile, 14%, o Brasil, 16%) o que alcanzan apenas para cubrir seis meses de importaciones (lo mismo que durante la crisis del Tequila) o cubran sólo la mitad de la oferta monetaria interna.
"El cambio respecto de 2011 y 2012 es significativo. El flujo neto de dólares ha disminuido ostensiblemente, presionando a la baja de las reservas y, consecuentemente, agregó más presión sobre las expectativas de devaluación del peso", apuntó Argañaraz, que observa que el margen de maniobra con el que cuenta el Gobierno para ejecutar la política económica se está haciendo "cada vez más estrecho".
Otra suba del dólar blue, que cerró en $ 8,76
El dólar en el mercado ilegal cerró a $ 8,76 ayer, con una suba de dos centavos respecto del cierre de anteayer, en el marco de las presiones del Gobierno para que haya pocas operaciones y para que el sector financiero se sume al blanqueo.En tanto, en el tramo oficial la divisa se mantuvo en 5,52 pesos, al igual que en el cierre anterior, pero bajó 0,54% al cabo de la semana. En el último año, sube el 20%. El mayorista tampoco cambió de valor ayer.Por otra parte, en el primer mes el blanqueo sólo sumó US$ 12 millones en la adquisición del Cedin, mientras arrecian las presiones del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sobre los bancos para que suscriban el Baade, muy lejos, del objetivo de US$ 4000 millones planteado para todo el programa.