Los futuros de la soja en Chicago se derrumbaron ayer por segundo día consecutivo, ante versiones de que China dejaría de comprar poroto al mundo y hasta vendería parte de la oleaginosa estoqueada. El contrato agosto 13, el más activo, perdió 4,8%, y terminó en u$s 511 la tonelada un piso que no veía desde mediados de mayo.
La fuerte caída acumuló 8%, desde los u$s 557 alcanzados el lunes, en apenas dos ruedas y los analistas creen que todavía no tocó fondo, sobre todo porque no existen fundamentals que en el corto plazo hagan cambiar la tendencia. También pesó en la ecuación la fortaleza del dólar sobre el euro y una baja generalizada en las materias primas, con el petróleo y el oro a la cabeza.
Para la Argentina, el retroceso es una mala noticia. Aún los productores tienen unas 27 millones de toneladas de soja cosechada sin vender, y que en apenas dos días se depreciaron u$s 1.330 millones.
Algo similar ocurrió con el maíz, que tocó un mínimo en 33 meses, al restar 2,4% y finalizar la rueda en torno a u$s 200 la tonelada.
Faltan dos meses para que arranque la cosecha en Estados Unidos, y estas bajas indicarían que los altos precios habrían logrado racionar la demanda en ese país, comentó el analista José Frogone, de la corredora de granos Cortina Beruatto.
A eso se suman pronósticos de lluvias adecuadas y temperaturas un tanto más bajas de lo habitual para esta época del año en los principales estados productores de EE.UU., lo que garantizaría oferta suficiente para satisfacer la demanda mundial de soja 2013/14.
Frogone sostuvo que en el clima de corto plazo no hay amenazas en Estados Unidos, pero recalcó que falta la sintonía fina en cuanto al rendimiento y el área final. Esos datos comenzarán a conocerse con el próximo informe del Departamento de Agricultura norteamericana (USDA), que se difundirá el próximo 12 de agosto.
A las condiciones climáticas más favorables para la cosecha gruesa se sumaron los rumores de que China vendería unas 3 millones de toneladas de soja de sus reservas, lo que disparó órdenes de venta de inversores y fondos especulativos en Chicago por temores a que la demanda del gigante asiático se resienta.
Las bajas en Chicago tuvieron su repercusión en el mercado local, donde por segunda jornada consecutiva no se registraron operaciones con soja disponible. Los productores siguen reteniendo el poroto a la espera de mejores condiciones, aunque los analistas creen que esa opción puede ser más que riesgosa en el actual contexto.