Para Jorge Brunori, médico veterinario del INTA, la decisión de producir cerdos ya implica transformar el grano y agregarle valor en origen: “Un sistema eficiente, pequeño, de 50 madres, utiliza y transforma cerca de 20 hectáreas de maíz y otras tantas de soja en carne. Luego se agrega valor al capón tanto al vender su carne fresca como elaborada”.
La Argentina tiene los costos de producción más bajos de mundo, ya que posee granos en origen a un bajo costo, siendo el costo de alimentación el más importante en el sistema productivo, lo cual se traduce en rentabilidad. De acuerdo con Brunori, es fundamental “seguir informando sobre las propiedades nutritivas de la carne de cerdo y adecuar el precio en la góndola para fomentar e incrementar el consumo interno de esta excelente carne siendo una de las mas consumidas a nivel mundial pero que en nuestro país es un sustituto de los cortes vacunos”.
De hecho, el consumo de carne de cerdo en la Argentina alcanzó 8,55 kg por habitante el año pasado, es decir, un 70% más que hace diez años. Además, el país exportó casi 7.000 toneladas de productos porcinos, lo que representa un aumento del 30% con respecto al año anterior.
Las estimaciones del grupo porcino de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA en Marcos Juárez indican que, para 2020, el consumo interno pasará de 8 a 14 kilos por persona por año, lo que permitiría aumentar la faena de cerdos a más de 8 millones de cabezas y la producción de cerdos a más de 700 mil toneladas. Entre las estimaciones institucionales se espera que, para ese mismo año, la cadena porcina aumente su producción un 126%, lo cual resultará en la generación de 23.000 puestos de trabajos directos y un saldo de exportación de unos 160 millones de dólares.
En esta misma línea, de acuerdo con el documento del proyecto INTA Precop Evolución del sistema productivo agropecuario argentino – mayor valor agregado en origen, en la cadena porcina hay actualmente unos 45.000 puestos de trabajo directos e indirectos: en el eslabón primario son 23.066, más 17.385 del eslabón industrial; en el medio se suman 457 empleos del sector transporte y comercialización, más los 4.091 empleos indirectos.
En esta línea, Brunori destacó el nuevo escenario de la actividad y la oportunidad que se plantea para el futuro. Esta temática será parte esencial de la decima edición de Fericerdo 2013, que se realizará en la estación experimental del INTA en Marcos Juárez –Córdoba– el 22 y 23 de agosto.
Con entrada libre y gratuita, esta muestra integra todos los eslabones de la cadena porcina nacional y permite que los participantes se actualicen, capaciten y estén en contacto con empresas, organizaciones, proveedores, técnicos y especialistas del sector. El INTA Marcos Juárez es la unidad referente del instituto en la temática, con más de 40 años de investigación y transferencia de tecnología en todo el país, con énfasis en los sistemas productivos de pequeña y mediana escala.
Un sector con muchas posibilidades
Hoy, la producción porcina nacional –centrada en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires– está en un momento de oportunidades. De acuerdo con Brunori, el sector porcino experimentará un “crecimiento significativo” en los próximos años, de la mano del consumo interno y las exportaciones.
La Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAAP), en un documento sobre evolución de precios, estimó que la base alimenticia en cerdos del país se centraliza en el consumo de maíz y soja, los cuales representan entre el 75% y el 90% de la ración.
A pesar de que la Argentina sólo produce el 0,32% de la carne de cerdo del mundo y participa con el 0,09% del comercio mundial, el país cuenta con una “gran capacidad de producir materia prima, lo que lo ubica entre los países con menores costos de producción, a lo que se le suma el excelente status sanitario lo que incrementa las potencialidades del país en la cadena de la carne porcinas”, afirmó Brunori.