La polémica generada por la aprobación del Vino de la Costa como producto regional parece haber llegado a su fin. El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) definió ayer, junto a la Comisión Asesora Técnica del sector, los detalles de la resolución que ordenará y reglamentará la producción de los vinos de la zona de Berisso y Avellaneda (Buenos Aires).

Entre otro puntos, se decidió "encapsular" la elaboración del producto, prohibiendo que se plante Vitis Labrusca (uva chinche) para vinificar en cualquier otro punto del país. Solo las 23,7 hectáreas que fueron centro del conflicto podrán ser utilizadas con este fin y tendrán que ser comercializadas en su lugar de origen. En su envase, deberán informar al consumidor que las uvas utilizadas corresponden a esta variedad, la cual es considerada no apta para la elaboración de vino.
Además, según informaron integrantes de la Comisión Asesora, la sede del INV de Buenos Aires seguirá de cerca al Vino de la Costa y brindará asistencia técnica y legal a los productores.

También, pese a los reclamos de algunos representantes de la industria, se descartó derogar la Resolución 23, que aceptó al Vino de la Costa como producto regional. Basándose en fundamentos legales, el INV aclaró a los asesores técnicos que no se puede obligar a los productores a que dejen de elaborar vinos con Vitis Labrusca, así como tampoco se les puede exigir que no utilicen la palabra "vino", en sus etiquetas.

Juan Carlos Pina, quien forma parte de la Comisión y es gerente de Bodegas de Argentina, defendió la postura adoptada por el Instituto. "Los elaboradores de Avellaneda y Berisso llevan 100 años ejerciendo esa actividad. El INV hizo todo lo que está a su alcance en el marco de la legalidad", mencionó el experto, aunque aclaró que desde su punto de vista ninguna de estas normativas era necesaria.

Como medida adicional, el INV se comprometió con la Comisión Asesora Técnica a promover e incentivar la reconversión de los viñedos de Berisso y Avellaneda, o bien convencer a los productores de que el mejor destino de su materia prima es convertirse en jugo de uva.