Pablo Antúnez
La escala condiciona la producción y uno de los inventos "a la uruguaya" para contrarrestar esta barrera fueron los campos de recría, donde los pequeños tamberos mandan las terneras, hacen toda la recría y salen como vaquillonas paridas para apuntalar la producción de leche predial.
Ahora llegó el tiempo de sumarle "otras innovaciones tecnológicas", sostiene el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, impulsando los denominados bancos de forraje, los que a la vez, pueden optimizarse incorporando el riego.
"Si la superficie ocupada por la recría es importante para un productor que está en 2.500 o 3.000 litros, también es importante para el que produce 10.000 litros, porque el costo de las oportunidades de tener recursos destinados a la recría, le quitan oportunidad para producir más leche", dijo el secretario de Estado al visitar días atrás el campo de recría de San José, donde reiteró la idea de crear "predios asociativos para el agua", donde se podría incorporar el riego.
Lo cierto es que ya hay dos campos de recría que están haciendo experiencia con sus bancos de forraje: uno de la Asociación Nacional de Productores de Leche y el otro de la Sociedad de Productores Lecheros de San Ramón.
"Estamos haciendo una prueba para instalar un banco de forraje en el campo de Montes, se producirá sorgo, fardos de alfalfa y también se destinará parte a la recría de las terneras", destacó Daniel Zorrilla, asesor de la Asociación Nacional de Productores de Leche a El País.
La alfalfa está en pleno camino de siembra (comenzará a producir a partir de
la primavera), pero se comenzó a trabajar en el campo en septiembre de 2012 y
"está con bastante ganado".
Zorrilla destacó que en el emprendimiento están participando 33 productores.
"Estamos empezando a probar la idea, que será una alternativa más. La gente está
bastante entusiasmada", confirmó.
Por su parte, Rosana Larrañaga, técnica de la Sociedad de Productores de Leche de San Ramón, aseguró a El País que esta institución lleva una experiencia de tres años de trabajo.
"Consideramos que el banco de forraje puede ser una salida para el pequeño productor y estamos apostando a eso", dijo la experta. En la experiencia están participando 29 familias.
Como en el caso anterior es un campo arrendado al Instituto Nacional de Colonización (INC) y los tamberos de San Ramón producen granos y fibras para el tambo. "El tema de juntarse y crear escala, permite reducir los costos de producción y podemos acceder a otra tecnología que individualmente no se puede", destacó la experta.
"Es mucho más complicado porque el promedio de los predios que están participando en este emprendimiento, el que tiene más tiene 150 hectáreas y la mitad del área es arrendada. Son predios chicos para tambo", aseguró.
Seguramente, a futuro, muchas más instituciones se sumarán a este desafío y las primeras experiencias posibilitarán incrementar el grado de innovación de la herramienta.