El piñón de pino es un fruto seco cuyas cualidades nutricionales y su valor comercial le han otorgado el nombre de “diamante de los frutos secos”, comparables sólo con el caviar y la langosta, considerando que un kilo de este fruto puede costar entre $13 mil y $30 mil pesos chilenos.
Es un producto bastante conocido y utilizado por las culturas mediterráneas y en el Medio Oriente a diferencia de Chile, donde se le conoce poco, salvo por los extranjeros que llegaron hace años con algunos ejemplares. Sin embargo, esta situación está a punto de cambiar gracias al proyecto “Desarrollo de técnicas de manejo para producir piñones de pino piñonero“, que desarrolla la Universidad de Valparaíso y el Instituto Forestal.
En entrevista con www.portalfruticola.com, la investigadora Mariane Lutz, directora del Centro de Investigación de Alimentos Funcionales de la Universidad de Valparaíso, entregó detalles sobre el proyecto y el enorme potencial del fruto como exportación.
El proyecto, propone el desarrollo de un paquete tecnológico, productivo e industrial que tiene como objetivo promover la producción de piñones de pino en Chile para luego ser comercializado, sobre todo en el extranjero.
“Este proyecto Fondef es del tipo de interés público y conlleva una alta rentabilidad social. La idea es que se aprenda a cultivar este árbol en Chile, el pino mediterráneo, en específico una especie bastante particular que es el piñón blanco. La gente tiende a confundirlo con el piñón de la Araucaria pero es bien distinto, se parece más al pistacho, a las almendras. Es una semilla que tiene aceites de muy buena calidad, mucha proteína, fibra y compuestos saludables como antioxidantes, compuestos grasos para bajar el colesterol, etc.”, indica Lutz.
Y es que, además de estas maravillosas características nutricionales, el piñón de pino destaca por su exquisito sabor el cual puede ser consumido crudo en preparaciones dulces o saladas. Es el ingrediente favorito de la gastronomía europea, cuyo valor fluctúa entre los $13 mil y los $30 mil pesos chilenos por kilo, unos €20 a €45.
Actualmente, la producción mundial de piñón de pino alcanza las 30 toneladas
anuales, siendo los españoles los principales productores. Sin embargo, la
producción europea se ha visto seriamente afectada por una plaga, la cual ha
disminuido los volúmenes de producción.
“En Europa es muy común. Por ejemplo, los italianos lo usan para hacer el pesto,
el problema es que es un fruto seco bastante caro. En Europa ha bajado su
producción por un insecto que ha causado una merma y, por lo tanto, no hay
suficiente fruto para cubrir la alta demanda. Por eso es una oportunidad enorme
para Chile”, dijo.
“Desde el punto de vista del cultivo, el árbol es muy interesante también. Por eso el proyecto lo realizamos en conjunto con el Instituto Forestal, porque los pocos árboles que hay aquí -que trajeron inmigrantes sin afán comercial- producen antes que el pino europeo y en cantidades bien importantes, lo que indica que hay mucho potencial para que se pueda cultivar acá”, agregó Lutz.
De este modo, todo jugaría a favor de Chile ya que, las condiciones climáticas y el tipo de suelo permitirían una alta producción de este fruto seco, la cual se destinaría sobre todo a exportación.
“En Chile hay terrenos muy aptos para el cultivo del árbol porque no demanda mucho cuidado, a diferencia de los frutales que son sensibles a las heladas, condiciones de riego, a las tierras áridas, etc. Este, en cambio, se utiliza mucho para evitar la erosión en terrenos áridos, por lo que existe una gran posibilidad de cultivarlo en terrenos que no son aptos para otro tipo de productos, lo que a la vez puede mejorar el valor económico del terreno”, destacó.
Y agregó que “queremos enseñarles a los pequeños agricultores a producir este piñón, cómo mejorar la productividad y cómo cosecharlo para que así llegue a ser un producto de exportación y de consumo interno”.
Finalmente, la investigadora señala que hay varias comunidades y productores involucrados en el proyecto ya que es un fruto que promete bastante, sobre todo considerando las consecuencias que ha dejado la plaga en Europa.
“Este es un cultivo nuevo, Chile no es conocido por producir este fruto seco, por lo que sería el primer intento. Sin embargo, es tan auspicioso que el principal productor del mundo de este fruto vino a Chile y se comprometió a comprarlo en un futuro. Además, hay hartas comunidades involucradas en el proyecto a las que se va a capacitar, etc. Por lo que las proyecciones son enormes, es una oportunidad muy grande. En este momento las colonias españolas, italianas, portuguesas y árabes manejan el fruto, pero a medida que se vaya conociendo, se notará el enorme potencial exportador que tiene”.