Pablo Besón
El año pasado se había estimado que en Uruguay la superficie de colza canola (oleaginosa destinada a la elaboración de biodiesel) se ubicaría entre 30.000 y 40.000 hectáreas en esta zafra, luego de que en 2012 se plantaran unas 15.000 hectáreas.
"Se pensaba que habría un gran crecimiento, pero eso estaba atado a que se dieran rendimientos similares a los de la zafra 2011, donde se alcanzaron los 1.900 kilos por hectárea. El problema fue que los rendimientos terminaron siendo muy malos, pues llegaron a entre 900 y 1.000 kilos debido a un clima muy adverso", explicó a El País Fernando Rodríguez, director de negocios agrícolas de Alcoholes del Uruguay (ALUR).
Este cultivo venía creciendo sostenidamente en área, ya que en 2010 la misma había sido de 6.700 hectáreas. Algunos meses atrás, ALUR había ajustado las estimaciones, situando el crecimiento de la superficie en un 15%.
El desarrollo de la colza en el país, tiene como finalidad la generación de biodiesel, ya que representa alrededor del 20% de la materia prima usada por ALUR.
Otro de los factores que juega en contra para esta zafra son los precios. Los
mismos son fijados por una paramétrica y en la actualidad, explicó Rodríguez,
son de US$ 500 por tonelada, cuando dos campañas atrás se situaban en US$ 620.
El jerarca aseguró que la empresa podría absorber al menos entre 40.000 y 50.000
hectáreas, tomando como parámetros rendimientos "normales" y que luego entrarían
en juego otros factores, principalmente la demanda internacional para exportar
este cultivo.
La colza aparece como una alternativa para la producción de cultivos de invierno, en momentos en donde el trigo dejó de ser atractivo y muchos de los productores que lo llevan adelante lo hacen para que exista una cobertura en el suelo entre zafra y zafra de soja.
El gerente de ALUR indicó que si bien "no será la mejor zafra", la continuidad en el crecimiento de esta oleaginosa es inminente por sus características y su demanda.