SANTA FE.- No hay trigo suficiente, los molinos hacen stock de harina, el precio del producto aumenta y hoy el kilo de pan en esta provincia cuesta entre 16 y 18 pesos. La consecuencia es la previsible: a esos precios los panaderos venden menos y comienza a sobrevolar la idea del achicamiento. Ello, en la práctica, significa suspensión o despido de personal. Como la situación ya araña lo preocupante, los panaderos de esta capital definirán hoy "algún tipo de medida" para defenderse de los constantes incrementos del precio de la harina.
"Los comerciantes manifiestan incertidumbre no sólo por el monto que pagan por la bolsa, sino también por la escasez de éstas. Hay problemas de precios y de molienda. Tal vez apliquemos la misma medida que ya aplican desde ayer los colegas de Rosario; es decir, dejaremos de comprar harina si se sigue con el incremento semanal", explicó Rubén Sabena, vicepresidente de la Cámara de Industriales Panaderos de Santa Fe.
Ante una consulta, el industrial no dudó en admitir que "el consumo cayó en todas las panaderías, la gente viene a comprar y no puede creer que cada vez se lleve menos", agregó.
Sabena informó que el valor de la bolsa con harina de $ 100 pasó a costar $ 280 en un mes. Eso hizo que el kilo de pan subiera de $ 12 a $ 17 en promedio. "Lo peor es que no hay explicación por parte de los molinos, por lo que, en la cadena, el que termina pagando siempre la diferencia es el consumidor. Y nosotros tenemos que poner la cara, cuando quienes deberían hacerlo son los molineros. Acá vienen y te venden, si querés comprar, tenés que pagar por el precio que ellos establecen", dijo.
El panadero santafecino también admitió que su sector evalúa la posibilidad de despedir o suspender personal. "En las reuniones de panaderos, todos manifiestan sus problemas y reconocen que hay mano de obra ociosa", se lamentó.
En igual dirección opinó Gerardo Di Cosco, de la Asociación de Panaderos de Rosario, entidad que resolvió no comprar harina entre ayer y el jueves como medida de protesta, ante un aumento del 100% detectado en el precio del insumo. Paralelamente, dijo que se realizaría una presentación en el Ministerio de Trabajo de la provincia para advertir a las autoridades sobre la posibilidad de que se comience a suspender personal .
"A la gente no le alcanza el dinero. Sigue viniendo con la misma plata a comprar y se lleva menos productos, lo que repercute en nuestro trabajo. Los panaderos tratamos de aguantar la embestida y no subir el costo de un producto tan básico que no puede faltar en la mesa de los argentinos", afirmó.
Di Cosco estimó la merma en la compra de pan en el orden del 30%. "Cuando nos descuidemos, el pan será un producto premium en nuestro país", ironizó.