La junta extraordinaria de accionistas de Compañía de las Cervecerías Unidas (CCU) aprobó ayer un aumento de capital por u$s 680 millones, recursos que se utilizarán para financiar parte del plan de inversiones por u$s 2.700 millones de aquí al 2020, mediante el cual la compañía busca aumentar su producción.

Ese plan de crecimiento contempla un crecimiento orgánico (negocios actuales) e inorgánico (negocios futuros), nuevas inversiones en productos en polvo y el ingreso al sector lácteo, lo que supone un viejo anhelo de la empresa. Así lo informó ayer la compañía chilena mediante un comunicado en el cual también anticipó que emitirá 51 millones de acciones.

En marzo pasado, CCU ya había anunciado un plan de inversiones para el próximo trienio superior a los $ 500 millones en Argentina con el objetivo de modernizar su parque de envases y optimizar sus operaciones de logística y distribución. Dicho plan se sumó al ya anunciado por la casa matriz de la compañía en abril de 2012, que destinaba más de $ 500 millones para la Argentina en el período 2012-2014.

CCU es una compañía integral, participamos en cervezas, gaseosas, néctares, bebidas deportivas, vinos, licores y, en ese sentido, los productos lácteos son la única categoría donde la empresa no está presente, por lo que es un movimiento natural querer participar en ella, sostuvo el gerente General de la compañía, Patricio Jottar en la junta ordinaria de accionistas del año 2011, según recuerda una nota del Diario Financiero de Chile.

Por su parte, el gerente de Administración y Finanzas de CCU, Ricardo Reyes, explicó que a futuro, tanto el consumo en Chile como en Argentina presentan una oportunidad de crecimiento al compararlo con el consumo per cáspita de otros países más desarrollados, niveles a los que aspiramos alcanzar. En este sentido, agregó que para enfrentar este crecimiento orgánico, la sociedad contempla un plan de inversiones para el periodo 2013-2016.

En cuanto al crecimiento inorgánico, el ejecutivo señaló que la idea es crecer en los negocios actuales como el de cervezas y bebidas sin alcohol, junto con ingresar en mercados vecinos con foco en los negocios principales; desarrollar una categoría rústica en Argentina y Uruguay; entrar en el negocio de los productos lácteos en Chile; participar en el mercado de los polvos instantáneos; y aumentar la participación en el mercado de los alimentos en Chile.

La firma, que es controlada por el grupo chileno Quiñenco y la multinacional Heineken, cuenta con operaciones en Argentina, Chile y Uruguay.

A nivel local, la empresa posee 7 plantas y es productora de Schneider, Imperial y Bieckert. También comercializa Heineken, Budweiser y Guinness.