Sin embargo, tienen mucho para aportar al futuro de la producción.
Hasta ahora, solo se conoce una fracción ínfima de los beneficios que los microorganismos del suelo pueden ofrecerle a los cultivos, por lo que aun hay mucho por explorar. Por eso, Clarín Rural dialogó con Michael Frodyma, líder mundial de investigación agrícola de Novozymes (ex Nitragin), quien estuvo hace pocos días en Buenos Aires para participar de una jornada en microbiología agrícola en la Facultad de Agronomía (UBA).
Este investigador norteamericano planteó que la microbiología actual tiene dos grandes desafíos por delante para dar mayores beneficios a la producción. Uno de ellos es conocer cómo interaccionan los miles de microorganismos que actúan en sinergia con los cultivos, para así encontrar mayores resultados positivos.
“La microbiología del pasado solo se encargó de aislar y estudiar una cantidad de microorganismos del suelo que se cuentan con los dedos de una mano; por eso, tenemos muchos productos pero se conocen pocos microorganismos”, definió Frodyma.
En cambio, “la microbiología del futuro está estudiando las respuestas de la acción de los microorganismos en conjunto, que aportan más ventajas a los cultivos que cuando están solos”, agregó. A fines prácticos, el investigador explicó que la tarea de su grupo es identificar organismos clave que activan al conjunto y hacen a la comunicación planta-suelo.
Sobre este aspecto manifestó que se está trabajando fuerte desde la investigación, pero los principales esfuerzos técnicos están puestos en el desarrollo de la biofertilidad y el control biológico a través de microorganismos.
Respecto a lo primero, Frodyma dijo que se está buscando mejorar la fijación biológica de nitrógeno en leguminosas y aumentar la capacidad de solubilizar fosfatos para elevar la disponibilidad de este nutriente tanto para cereales como para leguminosas.
En referencia al control biológico, detalló que dentro de su área de trabajo hay líneas de investigación que están estudiando cómo los microorganismos pueden aportar al control de adversidades como enfermedades, plagas, malezas, nemátodes y bacterias.
En este sentido, la meta es encontrar soluciones biológicas para darle mayor sustentabilidad al manejo sanitario, indicó.
Por otra parte, en relación a otras cuestiones tecnológicas, señaló que hay importantes avances en los procedimientos de selección de microorganismos en el laboratorio, con los cuales se aceleran los tiempos de las tareas.
“Ya que no se pueden modificar los tiempos a campo, si con las nuevas herramientas reducimos los tiempos de laboratorio, podemos obtener los organismos potencialmente beneficiosos y trabajar con ellos luego en el lote para avanzar más rápido”, concluyó.
Aunque casi intangibles, los organismos del suelo están ahí, trabajando, y en ellos puede haber grandes respuestas para el futuro de la agricultura moderna.