Pablo Besón
"Hemos pasado varios días sin poder cosechar debido a las lluvias. Estuvimos unos 12 días sin poder hacer las trillas de forma normal. En este momento todavía queda alrededor del 20% de la soja por levantar", sostuvo el directivo de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Roberto Symonds.
Otro de los problemas, indicó el agricultor, es que la soja cosechada posee grados de humedad superiores a los habituales, lo que provoca que existan mayores costos en concepto de secado.
"Lo que se ha entregado, y probablemente el resto de lo que se entregue a planta, ha sido con altos grados de humedad, casi siempre por encima de lo habitual. Más allá de las lluvias ha habido una garúa importante. Si no fuera por las lluvias registradas ya se debería haber levantado toda la cosecha", sostuvo Symonds.
El presidente de la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran), Mathías Mailhos, indicó que los retrasos en la cosecha de soja son importantes, y que según estima lo que queda por levantar se ubica por encima del 20%.
"La jugada viene enlentecida. Al principio los trabajos comenzaron bien, pero
luego llovió, con lo cual hace unos 20 días que no se puede cosechar con
normalidad. Se trabaja solo algunas horas por día. Con la actual humedad
cualquier llovizna de la mañana, por leve que sea, demora y complica todo",
argumentó.
En cuanto a estos problemas, Mailhos añadió que "la soja debe entrar con una
base, en una situación normal, de 14% de humedad. Entre 16% y 18% la mandamos
igual, pero cuando supera esta cifra se pierde mucha rentabilidad debido al
encarecimiento de los costos, ya que la misma se considera de mala calidad".
El presidente de Copagran explicó que la soja que ingresa a planta posee grados de humedad ubicados más cerca del 18% que del 14%, lo cual provoca importantes costos en carácter de secado.
Mailhos indicó que a nivel de trigo también existen atrasos en las siembras de trigo. "Si bien todavía no es nada catastrófico, el mayor problema tiene que ver con que el ánimo de los productores no es el mejor. Los agricultores pensaban plantar ya en mayo, cosa que casi no pudo hacerse".
El director de la empresa agrícola Agrosul, Fernando Villamil, indicó que "de no mediar las lluvias sufridas ya se habría cosechado el total de la zafra de soja. De no existir nuevos problemas climáticos deberían terminarse todas las trillas en los primeros 10 días de junio".
Villamil afirmó que también hay retrasos en las plantas de recepción, ya que su capacidad de secado es inferior a la soja que se lleva a las mismas, la cual posee un importante nivel de humedad. A esto hay que sumar que la actual se trata de una cosecha con grandes volúmenes ya que los rendimientos son buenos, y el área récord.
"Por más húmeda que esté la soja hay que cosecharla de todas formas ya que la misma puede caerse. La situación no está nada fácil" señaló el broker a El País.
Trigo complicado
Los citados problemas climáticos también están haciendo mella en la zafra de trigo, explicaron los consultados, ya que las lluvias y la humedad existente provocan retrasos en las siembras de este grano.
El hecho de que la cosecha de trigo pasada fuera mala en cuanto a rendimientos y márgenes, hace que los ánimos no sean buenos, sostuvo Mailhos.
"Si en esta época de la zafra (de cultivos de invierno) hay señales negativas, como el clima y precios internacionales que no son buenos, es posible que los agricultores se vean frenados a la hora de sembrar", indicó el presidente de Copagran.
Mailhos también señaló que esta situación se acentúa si se toma en cuenta que el trigo no es una producción que genere una alta rentabilidad, y que en cambio sí posee un riesgo importante por la volatilidad de precios y los riesgos climáticos.
Estos factores provocarían que el área se mantenga en una superficie considerada baja, unas 400.000 hectáreas o incluso que pueda retraerse hasta un 10%, afirmó. Hay poco interés en plantar el cereal.