Desde Estados Unidos se mudó una nueva maleza denominada Amaranthus Palmeris y se instaló en sureste de Córdoba. Según las descripciones de Martín Marzetti, jefe de la REM, tiene la facilidad de transporte, y esa será la gran maleza a nivel nacional.
“Vamos a poner foco en eso para que se haga conciencia sobre todo con el transporte”, remarcó el especialista. La siempre viva también acapara la preocupación entre los productores. “Está también muy difundida en el sur de Córdoba y lo mismo que hablábamos del sorgo de Alepo, son perennes, entonces es más difícil de erradicar.
Lo mismo pasa con otras malezas de este estilo. Hay herbicidas pero son de costos altos y requieren aplicaciones repetidas, entonces no se da”, señaló el especialista a este medio.
En el norte
El pasto cubano en el NOA, si bien no se le conoce resistencias a herbicidas, se observa en las rutas y cómo se expande en los lotes con otros cultivos. Marzetti lo definió como un problema en el norte. En el resto del país no se lo conoce. Y dijo que sería prudente que se estudie en la zona.
El otoño, el momento
“El foco más importante no son las malezas resistentes sino que serían las tolerantes, las que cuando crecen en tamaño se complica su control”, explicó Marzetti.
Dentro de todo ese grupo, se ve que la mayor parte son especies que crecen durante el invierno. Y cuando no se hace nada, y se deja el lote hasta la primavera avanzada, el control ya es muy difícil y caro”, señaló Marzetti.
En síntesis, el momento óptimo para iniciar el control es el otoño. Así, en invierno el lote estará limpio y en la primavera se controla las malezas de la estación que son chicas y se pueden controlar fácilmente. “Es posible poner foco en el otoño, sobre todo en lugares donde el invierno es largo y seco como en el NOA”, aconsejó.
Al ser consultado sobre si es recomendable concretar un barbecho químico en temporada otoñal, el titular del REM respondió: “Exactamente. Antes de la siembra, en primavera, deberá hacerse otro, pero con menores dosis de herbicidas y a su vez los controles son mucho mejores por el tamaño de la maleza. Y se evita el uso de agua por parte de las malezas que durante el invierno consumen nutrientes y humedad.
Lo difícil de los barbechos de otoño son, quizás, los años secos como éste, pero en años un poco más normales uno de los beneficios es que tenemos un poco más de humedad que en el invierno”.