El Banco Central de la República Argentina (BCRA) viene perdiendo la batalla de acumulación de reservas con una caída de 10,6% en lo que va del año, a pesar que la liquidación de divisas de la industria oleaginosa y exportadora de cereales ya es récord y la autoridad monetaria contaba con esos recursos como principal aliado.
De acuerdo a la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), en lo que va del año la industria agroexportadora liquidó casi u$s 9.600 millones, lo que significa 3,52% por encima de lo registrado en el mismo período de 2012. Sin embargo, el Central sólo pudo comprar u$s 745 millones, es decir un 7,7%.
En igual período del año pasado, frente a un liquidación del sector un poco menor, la autoridad monetaria había podido adquirir u$s 6.500 millones, un 88% más que en el 2013.
A pesar del perfeccionamiento de las restricciones cambiarias, se registra una creciente dificultad del Central para evitar las múltiples filtraciones que ocurren a partir de la vigencia del actual esquema cambiario.
Si se toma el acumulado desde enero hasta fines de mayo de los montos de divisas liquidadas por estos sectores productivos y las compras netas del BCRA, se tiene que para 2012 el Central logró comprar el 70% de los dólares liquidados mientras que este año sólo logró adquirir el 7,8%.
El BCRA compra muy pocos dólares para compensar los pagos de deuda pública y las reservas no cesan de caer. No es una caída dramática pero sí sostenida y sin luz al final del túnel. Ni siquiera el ingreso de los dólares de la cosecha evita el drenaje, destacó el último informe de M&S Consultores.
En el seguimiento preelectoral de la disponibilidad de divisas y la dinámica de las reservas, un elemento fundamental será la magnitud del superávit comercial en los próximos meses. En este contexto de flojedad exportadora y necesidad creciente de combustible importado, liberar algo el resto de las importaciones fluidifica el nivel de actividad pero comprime el superávit comercial y achica la oferta de dólares en el mercado cambiario oficial, agregó.
En tanto desde Empiria Consultores explicaron que hay múltiples factores que explican la caída de reservas: La merma en la cotización del oro (cerca de 20% en el año, implica unos u$s 650 millones de menores reservas respecto del cierre de 2012), los pagos de deuda del Tesoro a bonistas (en torno a los u$s 900 millones) y a organismos internacionales (u$s 350 millones), y la salida de depósitos en dólares (u$s 1.100 millones) explican un 70% de la variación negativa de las reservas. El 30% restante debe atribuirse a la cancelación de deudas con otros bancos centrales, correspondientes a líneas de crédito que se habían abierto en 2011 para maquillar la caída de reservas en el entorno de las elecciones presidenciales (que en el pico de 2011 habían llegado a u$s 5.000 millones, se redujeron a u$s 3.000 millones en 2012 y el saldo actual ronda los u$s 1.500 millones), según Empiria.