Lázaro Báez no existe. No se lo menciona nunca en el inminente nuevo manifiesto de Carta Abierta, el número 13, cuyo contenido ya circula por las redes sociales. Báez no existe, y si eventualmente se le concede alguna entidad, nada saben de él los pensadores kirchneristas. Ricardo Forster dijo en radio: “¡Yo qué carajo sé cómo hizo el dinero Lázaro Báez!”.
La pregunta es: ¿Por qué no lo sabe? ¿Hablar con datos es una degradación para un intelectual? En lugar de refutar las informaciones con evidencias, los voceros de Carta Abierta han sentenciado que “el aliento fétido de la regresión neoliberal sale de la pantalla impúdica los domingos a la noche ”.
Cabe pensar que el nivel de hostilidad de los políticos con poder en el Estado hacia los periodistas es directamente proporcional a la magnitud de la corrupción gubernamental. Para los intelectuales de Carta Abierta -a quien éste cronista conoce y reconoce- las bóvedas son abstractas.
Una de las frases antológicas de éste nuevo memorandum es fascinante: “La corrupción mata. Es una verdad fundamental, pero abstracta”. Conciben que la reiteración de la cuestión de la corrupción a través de los medios es una reducción, una nadificación de la vida política, una manifestación cerril de la antipolítica. Con ese criterio, Alfredo Yabrán tampoco habría existido, ni María Julia. ¿Valía para el menemismo lo que no vale para el cristinismo?
Reza Carta Abierta: “Quieren sembrar la duda en el interior de la sociedad, buscan emponzoñar una sociedad que ha sido transformada en un escenario por el que desfilan políticos corruptos, valijas llenas de dinero, oscuros entuertos financieros, prebendas nacidas del afán pantagruélico de quedarse con riquezas fabulosas.
Atacan no sólo al kirchnerismo ”. Sería un “ataque” a toda la política.
Carta Abierta ocupa el corazón académico-comunicacional del kirchnerismo. Su mensaje es una contundente impugnación a los medios. En una delirante asociación entre periodismo y nazismo vinculan las exhibiciones noticiosas sobre Báez y compañía con “la brutal construcción del ‘judío’” con los bolsillos llenos de dinero; acercan las investigaciones periodísticas de hoy en la Argentina con “el relato de fabulosas bóvedas rebosantes de oro y de billetes que supo desplegar el antisemitismo exterminador ”.
Horacio González, el otro líder de Carta Abierta, es un profesor que no practica exaltaciones injuriosas. Eso permite y propicia un diálogo. Afirmó que “el programa de Lanata tiene elementos parecidos a las denuncias que él mismo hacía en tiempos de Menem. Pero ahora le agrega elementos de music hall , de folletín gótico, de novela policial negra, elementos narrativos que tienen un universo simbólico.
Eso no quiere decir que los hechos no deban ser investigados ”, aclara González. Y a la vez, considera que “ese componente escenográfico le resta credibilidad a la veracidad de las denuncias”. Pero la representación folletinesca no anula la magnitud de las denuncias, las vehiculiza mediáticamente. Las inconcebibles mansiones, los botines de los jerarcas se han desenmascarado para círculos multitudinarios. El agregado simbólico en términos de González del programa de Lanata volvió masiva la información, y eso es lo que incomoda tanto y lo que se pretende conjurar instalando al fútbol en el mismo horario que Periodismo Para Todos (PPT).
Mañana es 25 de Mayo y cabe entonces citar a Mariano Moreno: “La libertad de los pueblos no consiste en palabras. Ni debe existir en los papeles solamente”. Hoy Carta Abierta responde con palabrería y papeles a lo que de verdad importa: la sinuosa ruta del dinero K.