El avance de aire frío actuando sobre el remanente de la masa de aire húmedo promovió condiciones de inestabilidad atmosférica, la cual se tradujo en lloviznas y precipitaciones débiles que cubrieron gran parte de la región pampeana durante el último fin de semana. Durante la tarde del sábado y hacia la noche, la actividad fue algo más intensa y dentro de este contexto se produjeron algunos chaparrones de mayor importancia, que lograron quebrar el techo de los 10 milímetros.
La situación se aparta de la ideal para el cierre de la cosecha, principalmente para el tratamiento de los granos posterior a la cosecha. Los elevados niveles de humedad también impiden el oreado rápido de los suelos y si bien los problemas de piso no deben ser los más comunes, recién a lo largo de esta semana se viene observando un período libre de precipitaciones. Igualmente el ambiente se ha mantenido húmedo y con nieblas en el arranque de las últimas jornadas.
No se descarta que el período libre de precipitaciones que venimos transitando, trascienda el mes de mayo. En efecto, el patrón del tiempo está dominado por un importante sistema de alta presión ubicado sobre el centro de la región pampeana. Esto por un lado impide el avance franco de los sistemas frontales, recirculando la masa de aire que actualmente domina la región pampeana. Bajo estas circunstancias, las jornadas se sucederían con característica meteorológicas con pocas variantes desde hoy hasta los primeros días de junio. Las nieblas seguramente seguirán teniendo su protagonismo.
Las reservas de humedad se presentan entre adecuadas y óptimas en gran parte de las áreas con potencial triguero de la región pampeana. Algunos sectores de la cuenca del Salado bonaerense aún reflejan ciertos niveles de exceso, sin embargo se puede decir que se ha alcanzado un equilibrio entre las recargas necesarias para avanzar con las siembras y las condiciones de piso para finalizar la cosecha. Igualmente y como hemos mencionado antes, es posible que en este momento no sean ideales las condiciones de humedad para el almacenamiento de granos, encareciendo el acopio por las tareas de secado.
Si consideramos el área triguera principal tributaria de Rosario, la situación hídrica para la implantación del cultivo se presenta más que favorable. Las expectativas de crecimiento del área sembrada no encuentran limitantes en este aspecto. Considerando esta situación resuelta, queda de fondo la desconfianza de los productores sobre las últimas medidas impulsadas desde el gobierno. Hoy por hoy, es esta la verdadera variable que definirá el aumento o no del área implantada, recordando siempre que a nivel nacional, durante 2012 se observó el mínimo histórico del área sembrada de trigo. Es decir con poco se saldrá de aquel mínimo, sin embargo es difícil que estemos caminando hacia el verdadero potencial triguero que ha ostentado Argentina en años pasados.
Partiendo de las condiciones actuales de reserva, podemos proyectar la demanda de precipitaciones para alcanzar o mantener niveles adecuados de humedad. El mapa representa esta demanda hasta el miércoles 5 de junio. En el mismo se destaca un requerimiento de lluvias prácticamente nulo sobre gran parte de la franja este de la región pampeana, con algunas zonas del sur de SF algo más necesitadas, pero sin que esto pueda considerarse una situación exigida. La demanda si se vuelve más improbable de ser satisfecha en zonas mediterráneas.
- Por CCA - exclusivo Agrositio
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