Quickfood, la dueña de Paty, anunció la emisión de Obligaciones Negociables (ON) con las que espera captar $ 150 millones en el mercado de capitales, con la intención de ampliar su producción en el país, además de refinanciar pasivos.
La firma comunicó que de esta forma logrará financiamiento a un costo menor que el crédito bancario, el mecanismo que utilizó en los últimos años.
Quickfood está hoy en manos de la brasileña Brasil Foods (BRF), dueña también de Sadia, la avícola Avex y la margarina Dánica en el país.
BRF se alzó en 2011 con buena parte de la operación cárnica local que le pertenecía a su coterránea Marfrig, que los había adquirido en 2007. El paquete de BRF incluye nada menos que la marca Paty, que concentra más del 60% de la venta de hamburguesas del país y es el segundo en share de ventas de salchichas. La negociación con Marfrig fue una permuta de posesiones en la Argentina y Brasil por solicitud del organismo brasileño de defensa de la competencia.
El tiempo y el mercado argentino le dieron la derecha a BRF, a la vista de la posibilidad de que Marfrig tenga que dejar de operar activos en el país, según indicó esa firma en su último balance y publicó el diario Clarín. Marfrig se quedó entonces con cuatro plantas de faena en la Argentina, es decir, todo el negocio ganadero, incluyendo un feedlot, que también podría vender.
Mientras, BRF, que pasó a controlar todas las plantas de procesamiento de hamburguesas, salchichas, jamones y verduras de Quickfood en la Argentina, el frigorífico San Jorge (en Santa Fe), todos los depósitos y estructura de distribución, está con planes de expansión.
En su último balance correspondiente al primer trimestre del año (tercer trimestre fiscal) Quickfood informó que la estrategia de la compañía se concentra en la producción de productos elaborados y con marca. Para ello, está desarrollando un fuerte plan de inversiones para mejorar las maquinarias y las instalaciones que permitan incrementar la productividad. Hoy, la firma opera en dos plantas en Santa Fe una en San José y una en Arroyo Seco, adquirida a La Campagnola en 2010 y otras dos en Buenos Aires en Martínez y Baradero.
Fuentes de la empresa confirmaron a este diario que no tienen planes de cierres.