Ante los recientes y reiterados casos de triquinosis detectados en Río Segundo y en la ciudad de Córdoba, el ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos a través de la subsecretaría de Fiscalización y Control, realizó en los últimos días varios operativos de inspección en esa localidad del interior, en Pilar y en Capital. Las acciones arrojaron como resultado la clausura de una fábrica de chacinados y el decomiso de 410 kilos de distintos productos cárnicos y embutidos.
Las tareas forman parte de las actividades de la Mesa de Articulación Institucional de Zoonosis y Alimentos Córdoba (Maizacor), que coordina la cartera agropecuaria conjuntamente con el Senasa. En total, se llevaron adelante inspecciones en 18 establecimientos (17 bocas de expendio y una fábrica).
Clausura. En Río Segundo, se procedió a la clausura de la fábrica de chacinados Gallo, ya que se constató que la autorización municipal se encontraba vencida y que además comercializaba sus productos en otras localidades sin contar para ello con la habilitación de la cartera agropecuaria provincial.
También se constató que no contaba con un médico veterinario como asesor técnico y que la materia prima utilizada no tenía boleta, remito de compra ni certificados sanitarios.
De acuerdo a los informes del ministerio de Salud, en la gran mayoría de los casos de intoxicación de triquina, las personas manifestaron haber consumido chacinados con origen en esta fábrica. Por eso, además de la clausura también se decomisó la materia prima que se encontraba en el local.
Un dato importante a destacar es que desde la secretaría de Alimentos del ministerio, se dio aviso a todos los municipios y comunas de Córdoba para que procedan a sacar todos los productos de esta firma que se encuentren en góndola para su comercialización. Paralelamente, se realizó la misma comunicación a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), para que el mismo proceso se de a nivel nacional.
De las 18 inspecciones, se realizaron otros ocho decomisos, totalizando 410 kilos de productos cárnicos y sus derivados, como chorizos, salames, jamón crudo, bondiola, escabeches y morcillas.