Domingo en la TV política: un castigo para Cristina Fernández de Kirchner, quien no consigue con 678/Canal 7 neutralizar a Periodismo Para Todos/Canal 13. Por lo tanto, el propio cristinismo termina ante la pantalla de la frecuencia de Grupo Clarín, farfullando contra Jorge Lanata, tal como puede leerse en la red social Twitter, en simultáneo.
 
Desde hace 2 domingos que Lanata castiga -con una pesquisa hasta ahora difícil de refutar- al cristinismo, vía Lázaro Báez, el amigo de Néstor, y promete que serán 3 domingos consecutivos... o 4.
 
Lanata desnudó un flanco muy descuidado por el cristinismo y los diarios La Nación y Clarín intentar acompañar en la dentellada dolorosa para la Presidente de la Nación y sus colaboradores. Es un tema que tiene premio, probablemente, si cambia la integración de la Cámara de Diputados y del Senado de la Nación en los comicios de octubre, con fecha de asunción en diciembre.
 
Cristina ha comenzado a intuirlo y se desespera porque no logra recuperación en las encuestas de popularidad, y ese fue el motivo de la reforma judicial que, de todos modos, es muy difícil que logre consumarse... a pesar de la Corte Suprema de Justicia de la Nación porque ahora hay otros jugadores judiciales, algunos con una enorme capacidad de planificar el daño: los camaristas.
 
Volviendo a Lázaro -quien no está acostumbrado a su nuevo protagonismo mediático tan negativo y por eso vive horas desoladoras-, el diario Clarín publicó, desde Río Gallegos, tardías explicaciones del ex gobernador Sergio Edgardo Acevedo, con indudable origen en la jefa de la Coalición Cívica santacruceña, Mariana Zuvic, esposa del jefe de la UCR, Eduardo Costa:
 
"(...) Clarín consultó al ex gobernador Sergio Acevedo, quien aseguró que durante su mandato le pidieron “que firmara un anticipo del 30% sobre el costo total de obras para empresas allegadas al Gobierno”, entre ellas Austral Construcciones de Báez.
 
Haberse negado a la firma del decreto de ese adelanto le costó la gobernación, en marzo de 2006.
 
Acevedo recomendó revisar sus declaraciones ante la Justicia y se excusó de seguir hablando del tema: “No miento y menos ante un juez”, dijo ayer. En su testimonio ante los jueces había afirmado: “Vayan al Boletín Oficial de la provincia, evalúen los costos iniciales de obra, las auditorías de calidad de obra y los costos finales”.
 
La obra pública fue un tema de recurrentes discusiones durante la gobernación de Acevedo; no son recientes las sospechas de sobreprecios al observar obras que han finalizad o con un costo del 30-40% mayor al valor inicial.
 
Después de cuatro años de haber renunciado a la gobernación, Acevedo comenzó a confirmar las sospechas que se mantuvieron latentes.
 
En 2009, Sergio Acevedo fue citado a declarar en una causa reabierta tras la solicitud del abogado Ricaro Monner Sans por el incremento de unos $28 millones en el patrimonio presidencial. “Presumo que hubo robo para la corona”, dijo entonces el abogado.
 
La situación fue propicia para que el ex gobernador también se refiriera a la obra pública, centro de reiteradas polémicas y denuncias que nunca lograron avanzar en su investigación.
 
“Nosotros pagábamos $30 millones por mes en obra pública y, cuando nos fuimos, a los dos meses se estaban pagando más de $100 millones”.
 
Con mayor dureza sostuvo que “está cartelizada la obra pública”. Acevedo ratificó cada unos de sus dichos a Clarín: “Siempre he dicho lo mismo y cuando me citaron a declarar lo reiteré”. Y agregó que “la discusión sobre la obra pública viene de hace años, y sobre todo en Santa Cruz”.
 
Años atrás la Coalición Cívica presentó una “megacausa” bajo la carátula de asociación ilícita contra Néstor Kirchner y varios empresarios beneficiados con la obra pública a través de sus constructoras. La denuncia contó con las declaraciones de Acevedo.
 
Fue después de cuatro años de silencio que el ex gobernador explicó que “me pedían que pagara un adelanto del 30% del costo total de obra por todas las obras que iban adjudicadas. Y entre las empresas estaban Austral Construcciones, Esuco y Gotti Hermanos”.
 
El anticipo que se exigía saliera con firma del entonces gobernador, representaba una suma de 30 millones de dólares. Hoy continúa sosteniendo que fue la causa central por la que debió renunciar a la gobernación. “Si firmaba eso iba preso”, indicó.
 
Acevedo explicó que nunca fue a la Justicia por el pedido de la firma del decreto que en marzo de 2006 le costó la gobernación, por no haber constancia alguna del requerimiento que vino, según sus dichos, por órdenes directas del gobierno nacional.
 
El porcentaje de anticipo que se requería superaba el 10% habitual que los contratistas perciben para dar inicio a las obras. “El 30% iba a representar un sobreprecio en el final de obra” explicó el ex gobernador. “La devolución del adelanto se iba a ser con una readecuación de plazos de obra o con un reajuste de precios del contrato”, sostuvo. (...)".
 
 
En tanto, el sabueso Hugo Alconada Mon cargó, desde La Nación, sobre los vuelos a Panamá...y así roza hasta a Jorge Capitanich, gobernador de Chaco, otro viajero al país centroamericano, de acuerdo a una conocida denuncia que tuvo que enfrentar en la provincia que gobierna. Un vuelo privado no significa nada malo en sí mismo, y hasta provoca envidia en muchos pero en el contexto actual, todo suma, todo suma... (y otra vez Fabián Rossi aparece en escena, para desvela de Iliana Calabró... :
 
"(...) Su hijo Martín Báez, su contador Daniel Pérez Gadín, el "valijero" Leonardo Fariña y el armador de sociedades offshore Fabián Rossi protagonizaron sospechosos vuelos a Panamá y en varias ocasiones estuvieron al mismo tiempo en ese paraíso fiscal.
 
(...) Otro dato sorpresivo es que Fariña voló por lo menos tres veces en el avión oficial de la provincia de Chaco. Es la misma aeronave que el gobernador Jorge Capitanich también usó -en otro viaje- para enfilar hacia Panamá. En el caso de Fariña, las tres veces que voló en esa máquina lo hizo desde o hacia Uruguay.
 
Amante de los vuelos privados, Fariña también viajó en un avión de Macair, del grupo Socma, de la familia Macri. Y, también, en otro avión de London Supply. Es decir, la firma que gerencia el aeropuerto de El Calafate y que aportó $ 1.800.000 a The Old Fund -cuyos verdaderos dueños siguen en las sombras- para levantar la quiebra de la ex Ciccone Calcográfica.
 
Fariña acumula, además, más sospechas por un viaje relámpago a Chile. Pero no fue el único y ni siquiera el que con mayor frecuencia voló al exterior, según surge de los registros migratorios de la Argentina, Panamá y Uruguay que obtuvo LA NACION. El pasajero más asiduo fue Rossi, otro baluarte de la financiera SGI de Puerto Madero.
 
Sólo entre febrero de 2009 y diciembre de 2012, Rossi viajó por lo menos 22 veces a Panamá, uno de los paraísos fiscales más reconocidos del Caribe. A tal punto que con la compra de una sociedad offshore, ciertos estudios jurídicos suelen ofrecer un paquete más amplio, que incluye la apertura de una cuenta bancaria y una tarjeta de crédito.
 
Allí, en Panamá, Rossi aparece en por lo menos dos sociedades que ahora figuran como disueltas: Solutions Group Investment y su casi homónima Solutions Group Marketing. Dos nombres muy parecidos a la firma en la Argentina a la que aparece vinculado: Solutions Group SA, que antes se llamaba Virgilio Rossi SA, es decir, su segundo nombre y apellido.
 
El décimo vuelo de Rossi a Panamá, por ejemplo, fue el 8 de abril de 2010. Allí, a la vera del océano Pacífico, coincidió con Fariña, que había llegado dos días antes a ese país en el vuelo 464 de Copa Airlines, donde se quedó durante tres semanas. El "valijero" retornó a la Argentina, en el vuelo 463 de la misma aerolínea, el 27.
 
Para entonces, Rossi mostraba una clara recurrencia en sus viajes a Panamá. De donde llegó a entrar y salir en el día, por ejemplo, desde y hacia Colombia, como hizo el 28 de enero de 2010, de acuerdo con los registros migratorios panameños.
 
Fariña mostró una recurrencia similar, pero entre Buenos Aires y Uruguay, a donde llegó a ir en su BMW X6 -pasando por Fray Bentos-, por Buquebus y, luego, en aviones privados rentados a las firmas Macair (del emporio Macri), Baires Fly y Pacific Ocean (del grupo London Supply).
 
El sábado 22 de enero de 2011, Fariña sumó otro avión a su foja de vuelos: el Learjet matrícula LV-CIO de la gobernación de Chaco. Salió de la Argentina, rumbo a Punta del Este.
 
Ese avión cobraría mayor fama un año después, cuando trascendió que Capitanich lo utilizó para sus vacaciones privadas en Panamá, junto a dos de sus hijas, lo que según fuentes del sector aeronáutico podría costar hasta 80.000 dólares.
 
Según explicó Capitanich cuando trascendió su viaje, el Lear Jet debía viajar a Panamá por una revisión técnica. Pero la empresa responsable de la logística lo desmintió. Casi un año antes y beneficiado por su bajo perfil de entonces, Fariña no tuvo que salir a desmentir nada.
 
A mediados de 2012, sin embargo, se sucederían varios viajes simultáneos. El 22 de junio pasado, Rossi y el contador de Báez, Pérez Gadín, ingresaron en Panamá a través del Aeropuerto Internacional de Tocumén, provenientes de Estados Unidos, según los registros oficiales panameños.
 
Tanto Rossi como Pérez Gadín -que señala entre sus clientes a Austral Construcciones y Epsur, de Lázaro Báez, y el hotel Alto Calafate, de la familia Kirchner- visitaron las oficinas "B" del piso 15 del edificio Torre de las Américas, donde se radicó la sucursal panameña de la financiera SGI.
 
Cinco semanas después, el 27 de julio, quien ingresó fue Martín Báez, el hijo del empresario patagónico que figura también como director en Austral Construcciones y preside el club Boca Juniors de Río Gallegos. En su caso, arribó con un vuelo que había despegado horas antes de México. (...)".