En el marco del 11º Simposio de Fertilidad, que organizan en conjunto el IPNI Cono Sur y Fertilizar Asociación Civil, bajo el lema "Nutrición de Cultivos para la Intensificación Productiva Sustentable", los días 22 y 23 de mayo en Rosario, Santa Fe, el Dr. Martín Díaz-Zorita (INBA-CONICET, DZD Agro y Novozymes) especialista en sistemas de producción, y el Ing. Agr. Luis Ventimiglia (INTA 9 de Julio) experto en manejo de cultivos, debatirán acerca de los sistemas productivos y su relación con los rendimientos de soja, y del manejo de la fertilización fosfatada del cultivo, respectivamente.
El "Simposio Fertilidad 2013"contará con la presencia de destacados profesionales del ámbito nacional e internacional, quienes abrirán discusión referida a cuestiones tales como “Aportes de los sistemas de producción a los rendimientos de soja”. En este sentido, Díaz-Zorita analiza que la expansión del cultivo condujo a cambios en los sistemas y prácticas de producción con variados resultados sobre sus rendimientos. “En muchos casos, los rendimientos medios durante la última década fueron estables mientras que al analizar la porción de máximos rendimientos alcanzables estos fueron crecientes durante el primer lustro y relativamente estables en los siguientes años”, sostiene.
“Si consideramos al manejo de sistemas de producción como decisiones empresariales de largo plazo, es una herramienta que podría explicar mejoras entre el 3% y el 10% de los rendimientos alcanzables de soja”. Un claro ejemplo es la implementación de la siembra directa, uno de los pilares para el desarrollo de sistemas agrícolas sustentables en gran parte de regiones templadas a tropicales. Su implementación contribuyó progresivamente al control de procesos erosivos, al ahorro en el uso de combustibles y al mantenimiento e incluso el mejoramiento de la capacidad productiva de los sistemas agrícolas.
En forma complementaria, el Ing. Agr. Ventimiglia compartirá su amplia información en “Fertilización fosforada en soja: efecto de la dosis, momento y localización de la aplicación”. Ventimiglia se plantea analizar ciertos interrogantes que se plantean a menudo, principalmente en un cultivo que en muchos establecimientos de la región pampeana se realiza como una monocultura, como por ejemplo, ¿Cómo se degrada el nivel de fósforo en el suelo en un monocultivo? ¿Qué respuesta se tiene a la aplicación del nutriente? ¿Cómo varía la concentración de fósforo en grano? ¿Cuánto aportan al cultivo y al suelo pequeñas cantidades localizadas estratégicamente?, entre otras.
Analizando datos provenientes de varias zonas y campañas, Ventimiglia nos comenta que la fertilización fosforada tuvo un efecto positivo sobre los rendimientos en todos los casos. Aplicando pequeñas cantidades en la línea de siembra no se generan interacciones negativas con otros nutrientes, bacterias fijadoras de nitrógeno o con la propia planta de soja, pero las dosis como arrancador, no llegan a los mejores rendimientos ni cubren la exportación de fósforo del cultivo. Pensando en reponer y construir, con dosis de unos 20 kg de fósforo por ha, no solo se alcanzan los mayores rendimientos, sino que también generamos un balance positivo del nutriente, permitiendo incrementar los niveles en el suelo.