SANTA FE.- Los primeros lotes cosechados de soja de primera en el centro-norte de esta provincia provocaron el optimismo de los productores. Se obtuvieron rendimientos que van de los 22/23 quintales por hectárea como mínimo a 36/40 quintales como máximo, lo que evidencia el impacto de la ausencia de lluvias a fines de enero y comienzo de febrero, en el período de llenado de grano.

Según el Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro-Norte de la provincia de Santa Fe, que difunde la Bolsa de Comercio local, en el centro-sur del departamento Castellanos (centro-oeste, límite con Córdoba) se obtuvieron rendimientos de 42/45 quintales como mínimo y 48 quintales como máximo, evidenciando que esa zona no padeció la ausencia de lluvias.

Además, se lleva cosechado el 8 por ciento de la superficie sembrada, que fue de 510.000 hectáreas en la región. El rendimiento promedio para el final del ciclo se estima en 32,5 quintales por hectárea, para una producción final proyectada en 1.657.500 toneladas.

En el caso de la soja de segunda, las plantas se encuentran en los distintos estados fenológicos reproductivos. Sobre esa base se calcula un rendimiento promedio para el final del ciclo de 25,5 quintales por hectárea. En tanto, se aconseja continuar con el monitoreo de los cultivares para el control de las plagas y/o enfermedades de final del ciclo. Cabe recordar que se sembraron con soja de segunda 295.600 hectáreas.

MAÍZ DE PRIMERA

En su trabajo, la entidad santafecina confirmó que concluyó la cosecha de maíz de primera en los diez departamentos del centro-norte de la provincia, con un rendimiento promedio para el final del ciclo de 88,5 quintales por hectárea y una producción total de 300.360 toneladas.

En la campaña 2012/2013 se sembraron con el cereal 54.000 hectáreas. El 37% de esa superficie (19.980 hectáreas) se destinó al autoconsumo (picado-embolsado); el 62% (33.939 hectáreas), a cosecha de grano, y un 1% (540 hectáreas) se perdió por contingencias climáticas.

Acerca del sorgo granífero, se cosechó el 51% de la superficie sembrada y se prevé hacia el final de la campaña un rendimiento promedio de 45 quintales por hectárea.