Termas versus vacas. La construcción de un parque termal en Dolores, iniciativa que podría replicarse en Las Flores y en Tapalqué, entre otros lugares de la provincia de Buenos Aires, desató críticas y sospechas de productores ganaderos, que se oponen a que el agua descartada, supuestamente con alto contenido de sales y minerales, se vuelque en un canal que pasa frente a sus campos.
Camilo Etchevarren, intendente de Dolores por la Coalición Cívica y hoy cercano al gobernador Daniel Scioli, es quien impulsa ese emprendimiento. El proyecto contempla construir once piletas con fines recreativos sobre un predio ubicado en la avenida Belgrano casi en la intersección con la ruta 63.
El punto en discordia pasa por lo que se hará con el agua de las piletas. Los productores afirman que volcarla sobre el Canal A salinizaría napas y el curso de agua, lo que podría enfermar a la hacienda. Todo el canal tiene 40 kilómetros, pasa por Dolores y Tordillo, y desemboca en la Bahía de Samborombón. "Hay muchos productores que dependen exclusivamente de ese canal", expresó Viviana Uriarte, productora de la zona.
Adriana Ulke, otra productora, denunció: "Los primeros perjudicados vamos a
ser los que estamos pegados al canal. Cuando esa agua corra va a ir
mineralizando todas las napas". Uriarte agregó: "Se termina la ganadería".
El intendente rechaza las quejas. "No va a contaminar", precisó. Según el jefe
comunal, el agua termal se va a diluir aún más de lo que se requiere. Según sus
cálculos, esto va a ser "un litro de agua termal en 234 litros de líquido
cloacal, cuando la Autoridad del Agua dice que deben ser en 26".
Las dos productoras responden que falta información clave sobre el impacto. "Cuando pedimos el análisis de agua se nos entregó la hoja número 15. No sabemos qué dice antes y después y si es agua sacada de Dolores", comentó Ulke.
También objetan que no hay un estudio del impacto ambiental sobre el recorrido del Canal A.
En un reportaje que le hizo el diario Compromiso, el senador provincial Alfredo Meckievi, oriundo de Dolores, denunció que el estudio de impacto ambiental "es falso" y copiado de otra ciudad. Allí se leen frases como "en el partido de Villa Gesell la enseñanza primaria se imparte desde ocho establecimientos educativos".
PELEA Y LLAMATIVO APOYO
El jefe comunal se defiende con una declaración de "apto" que otorgó el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) y con un permiso de la Autoridad del Agua.
Ese último organismo le dio una autorización provisional por cuatro años, revocables. Sin embargo, Etchevarren cedió el uso del agua termal por 50 años a los proyectos que allí se realicen.
Uriarte y Ulke reclaman que, en vez de ser volcada, el agua termal se reinyecte. Ante LA NACION, el jefe comunal dijo que por una resolución provincial no la puede reinyectar, pero que está haciendo gestiones para que eso cambie.
En medio del rechazo de productores, la Sociedad Rural de Dolores dio su apoyo al intendente. "Apoyamos siempre y cuando se haga como corresponda", dijo Ricardo Tramontini, presidente de la entidad. "No existe tal contaminación", añadió.
En Dolores hay versiones de que Tramontini fue, junto a dos parientes, quien vendió tierras para hacer el parque termal. Su nombre figura en la ordenanza que autorizó la compra y en la escritura. Ante una consulta de LA NACION, argumentó que en esos documentos hubo "un error" y que debió aparecer otra persona.
En medio de la polémica, ayer el juez de Dolores en lo contencioso administrativo, Antonio Marcelino Escobar, resolvió hacer lugar a una cautelar pedida por una vecina y ordenó paralizar las obras por falta de documentación y hasta que no se elabore un estudio de impacto ambiental independiente.