El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, decidió un fuerte recorte en las exportaciones de harina de trigo. La razón que esgrimió el funcionario para aplicar la poda es que había que atender el mercado interno en un año en el que la cosecha de trigo se redujo. En rigor, la cosecha de este cereal, que finalizó en diciembre pasado, cerró en 9,4 millones de toneladas, 30 por ciento menos respecto del ciclo anterior.

El año pasado, la industria molinera colocó en el exterior 1.095.593 toneladas de este producto por unos US$ 500 millones. Ahora, según la directiva del funcionario, en todo 2013 el sector no deberá superar las 300.000 toneladas de harina. De esta manera, entre un año y otro las exportaciones caerían un 70 por ciento. Brasil, Bolivia y Angola (este último país, con más relevancia a partir de la misión comercial realizada el año pasado por Moreno) se llevan el 80% de las compras.

"Están habilitadas 300.000 toneladas. Es lo que en principio tenemos para todo 2013 [de exportaciones], y la promesa es seguir viendo si puede haber algo más, ya que creemos que se va a poder liberar algo más", expresó a LA NACION Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM).

El objetivo de la medida es asegurar la oferta en el mercado local. Cifarelli lo remarcó así: "Somos conscientes de que primero está el abastecimiento del mercado interno".

A fines de diciembre pasado, ante las previsiones de una magra cosecha, Moreno frenó la aprobación de Registros de Operaciones de Exportación (ROE) para exportación de harina de trigo. Enero y febrero transcurrieron con una sequía de nuevos permisos. Ayer, en cambio, la Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno (Ucesci) habilitó una treintena de autorizaciones.

Por lo pronto, de las 300.000 toneladas de harina, la industria molinera podrá vender 100.000 toneladas hasta fines de mayo. Después, junto con Moreno, verá la marcha de las exportaciones y la continuación del tramo restante.

CON TRIGO DE EE.UU

Hace dos semanas, Moreno dio otras dos directivas. Por un lado, anunció la apertura de 5 millones de toneladas para exportación de trigo de la campaña 2013

2014, que comenzará a sembrarse en mayo próximo.

Por otra parte, redujo el saldo exportable de la última cosecha, debido a la merma en la producción. Así, de 5,1 millones de toneladas ya aprobadas, sólo autorizó un total de 3 millones. En realidad, 2 millones de toneladas ya habían sido aprobadas para su venta en diciembre pasado.

Por este último recorte, varios exportadores de trigo sufrieron la caída de contratos con el exterior. Otros, en cambio, salieron a comprar trigo en otros países, como los Estados Unidos, según trascendió, para igual cumplir con sus compromisos de venta.

"Consideramos negativo ese anuncio [de reducción del cupo exportable de la última cosecha], porque se sigue hablando de restricciones y en la cadena necesitamos confianza", señaló Santiago Labourt, presidente de la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo).

Como informó LA NACION hace diez días, Moreno también advirtió que si volvía a crecer la siembra de cebada a expensas del trigo podría haber medidas contra ese cereal.

EL PERFIL DE LA INDUSTRIA

Las ventas al exterior del sector molinero

64, 3 % Menos ventas

Cayeron en enero pasado las exportaciones de harina de trigo, que totalizaron 33.365 toneladas

9, 4 millones de toneladas

Fue la última cosecha de trigo, que arrojó una merma del 30 por ciento respecto del ciclo anterior. Por esa caída de la producción el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, redujo los ROE que ya habían sido aprobados