Sucede que en esta campaña los cultivos de cosecha gruesa se han sembrado en forma tardía, principalmente por las excesivas lluvias de la primavera. La imposibilidad de poder sembrar en fecha produjo un cambio de estrategia por parte de los productores, volcando un gran porcentaje de la superficie de maíz a siembras tardías o de maíz de segunda. En cambio hubo gran cautela en el cultivo de soja pues siembras tardías, de mediados de diciembre en adelante corren el gran riesgo de tener la cosecha hacia fines de mayo y junio, con el conocido fantasma de las heladas tempranas y la posibilidad de enfrentar un otoño llovedor.
En consecuencia, la cosecha de ambos cultivos tendrá un atraso suficiente para cambiar el patrón comercial de la campaña. Por lo pronto se siente el atraso en la cosecha de soja, con una fuerte reducción en el volumen de oferta y con un impacto alcista sobre las posiciones de soja disponible. Este es el motivo por el cual el mercado mostraba hasta mitad de semana una prima de US$ 26 por tonelada entre la soja disponible, que se cotizaba a US$ 356, y la primera posición futura en el Mercado a Término de Buenos Aires (abril), que lo hacía a US$ 330. Sin embargo, en la jornada del jueves, la soja disponible reaccionó con fuertes bajas ante la mayor oferta por ingreso de la nueva cosecha. La baja fue de 13 dólares, al pasar de 356 a 343 dólares por tonelada, mientras que la primera posición futura (abril) perdía solamente US$ 1,2, al cerrar en US$ 329,3.
Lo más importante para destacar es que el mercado de soja ya va entrando en clima de nueva cosecha, lo cual no es una buena noticia para los productores. Con sólo el 10% de ventas anticipadas, futuras o forward, recordando que en la campaña anterior las ventas anticipadas superaban el 35%, los productores este año estarán obligados a vender no menos del 30% en un corto periodo de tiempo que podemos estimar de aquí a los próximos 30/45 días.
Una oferta de aproximadamente 15 millones de toneladas es muy probable que tenga un efecto bajista sobre los precios disponibles. La fuerte caída de esta semana puede ser una primer alerta naranja o un indicador de un anunciado cambio de tendencia en el mercado.
En el nivel regional, falta ingresar al mercado mundial sólo la soja proveniente de la Argentina. Esta semana recorrimos las principales zonas productoras de soja en Paraguay, donde la cosecha ya supera el 90% del área apta. En Brasil, la recolección avanzó al 70%, mientras que en la Argentina la misma se puede estimar en el 5%. La cosecha de soja de Paraguay se estima que puede llegar a superar el récord de 9 millones de toneladas, con rindes promedio de 3500 kilos por hectárea en muchas zonas productoras.
El dato para el mercado es la llamada "soja safrinha" que este año podrá llegar al 1 millón de hectáreas. Esta "soja safrinha" se siembra en febrero y hasta el 10 de marzo, después de la cosecha de la soja convencional y, en algunos casos, después del maíz. Los productores paraguayos se han abrazado a la tecnología, incorporando más del 80% de soja RR1, y empresas como Nidera y Don Mario han revolucionado el cultivo con la incorporación de materiales genéticos cada vez más productivos.
En el caso del maíz, la cosecha tendrá dos fechas de ingreso bien definidas, un primer round de ventas e ingreso al circuito en el periodo 15 de marzo/15 de abril, estimando un 40% de la producción. El otro round de ingreso de maíz al circuito comercial se producirá entre mayo y junio, con el 30% de la cosecha.
El clima durante el otoño será el principal factor de influencia, tanto para la cosecha de maíz como para la de soja y, en consecuencia, incidirá sobre la tendencia del mercado. En este sentido, nuestro análisis indica un escenario potencial bajista para la soja si el clima no interfiere en los trabajos de cosecha. Mientras que el mercado de maíz tiene una firmeza propia, pues la caída ocurrida durante las últimas dos semanas no se condice con la tendencia sostenida a firme que mostraba el mercado de Chicago.
Ahora hay que comenzar a mirar el año 2014, una campaña muy difícil, muy ajustada, todavía sin definir, pero con una tendencia que ya podemos anticipar, con el consabido aumento de los costos de producción y el aumento de los rindes de indiferencia. En resumen, se proyecta una fuerte caída en los márgenes de ganancia. Y en este sentido hay que volver a las fuentes, y estos son los principales ítems a tener en cuenta a la hora de definir los cultivos para el ciclo 2013/2014. Por caso, evaluar relación de precios trigo/cebada y soja/maíz; relación insumo/producto; rindes de indiferencia; precios actuales de los futuros 2014 en el Matba, y, finalmente, el margen bruto de cada cultivo tomando rindes probables.