La sensación de confrontación con el sector está presente y latente. Los últimos acontecimientos conaires revanchistas como la (posible) expropiación del predio de Palermo de la Sociedad Rural, y las formas utilizadas para llevar a cabo este objetivo, no hicieron otra cosa que dejar nuevamente herido al sector y hacerlo sentirse perseguido, no escuchado, no ayudado y sobre todo otra vez injustamente maltratado.

Hay muchas formas de dilucidar si este predio fue bien o mal vendido hace ya más de 20 años, y la única correcta es a través de la justicia. No creo que sea lo más correcto utilizar un atril para anunciar una expropiación luego de anunciar el envío de gendarmes a Bariloche por un tema de saqueos. Así no se deben hacer las cosas.

Días pasados se juntaron pacíficamente más de 2800 personas en el mástil de la Sociedad Rural de Palermo para entonar el himno y escuchar algunas palabras de políticos y dirigentes, que con mucho respeto general se solidarizaban con este tema. La idea firme dentro del Gobierno que la Mesa de Enlace ya no existe ni representa a nadie, es un mensaje que todo el tiempo los funcionarios expresan, a los efectos de mostrar una debilidad aparente de las entidades. Creo que si eso buscan, se equivocan. Por lo menos la historia lo demuestra.

Cuando más atacaron a las entidades en el conflicto de la 125, allá por el 2008, más se unieron en un objetivo común. Siempre hubo y habrá diferencias entre las entidades del sector, pero pueden empujar juntas cuando de defender al campo, a los productores y a su producción se trata. Por eso, creo, que el verano, viene movido. A nivel climático, se prevén lluvias durante el verano, buena humedad, y esperemos que no inundaciones.

Se llevan sembrados más del 83% del maíz nuevo (se estiman sembrar 3.400.000 has, un 12,2% menos que la campaña 11/12); se sembró el 100% del girasol nuevo (1.800.000, un 3,4% menos que la campaña 11/12), un 86% de la soja nueva (se estiman sembrar 19.700.000 has -difícil de llegar- un 4,5 % más que la campaña 11/12).

Lo cierto es que la Argentina puede llegar a tener buenos números allá por fin de mayo próximo, respecto a las toneladas que se podrán obtener de soja y maíz, y a los agro dólares que pueden entrar al país -más aún para el Gobierno en términos de retenciones a las exportaciones-.

Igual, la sensación de todavía cargar muchas mochilas pesadas del pasado, con temas irresueltos, sigue pesando. A eso me refiero cuando digo: año nuevo, reclamos viejos... y le agregaría también problemas eternos.

Parece mentira que luego de más seis años estemos hablando siempre de reclamos pendientes como: las retenciones a las exportaciones como un impuesto distorsivo, las trabas a la comercialización de granos, carnes y lácteos, las altas cargas impositivas de las principales provincias productoras de la pampa húmeda (que tienen más del 70% de la producción primaria del país), los graves problemas de infraestructura (mal estado de las rutas nacionales y provinciales, caminos rurales, mal estado de camiones graneleros, mal estado de los accesos a los puertos, falta de capacidad de almacenamiento), altos costos generales de producción, comercialización y fletes, la falta de apertura a los mercados más importantes del mundo, entre otros.

Hoy estos otros temas estarían seguramente primeros en esta larga lista: la altísima inflación (la Argentina terminó el año 2012 como el país de más alta inflación de América del sur con 25% promedio, arriba de Venezuela que tuvo el 20%) que deteriora a pasos agigantados el poder adquisitivo de todos - sí, todos, y principalmente los que menos tienen -los ciudadanos (recuerdo una frase que me dijo un importante economista amigo: lo peligroso del aumento de la inflación es cuando su curva empieza a superar al consumo... y no estamos tal lejos de eso ahora...), la falta de previsibilidad y de políticas a mediano y largo plazo (tan necesarias para sectores como el ganadero y las economías regionales).

¿Cuál es la razón para no poder destrabar la comercialización de granos, carnes y lácteos a la brevedad? ¿Cuál es la razón para no poder generar acuerdos comerciales estratégicos con los países que mejor pagarían nuestras producciones y nuestros alimentos? ¿Cuál es la razón para no poder arreglar las rutas, caminos y sacar de circulación camiones que tienen más de 22 años de antigüedad transportando granos por las rutas argentinas? ¿Cuál es la razón para no poder otorgar créditos blandos a los productores, cuando los bancos - públicos y privados - están holgados de liquidez para hacerlo? ¿Cuál es la razón para no poder tener de verdad políticas agroindustriales que motiven, protejan y beneficien a los productores para poder hacer las cosas mejor cada campaña? ¿Cuál es la razón... Esta es la pregunta del millón..., y muchas veces, desde hace más de 5 años, no tiene respuesta.

En notas anteriores, hice más de un llamado a la solidaridad... deseando que los que tienen la oportunidad de tomar decisiones, se escuchen, hablen -pero de verdad- y encuentren caminos de solución para estos y muchos otros temas en el sector. No se puede a esta altura todavía escuchar a funcionarios que dicen que tal o cual entidad, dirigencias, o empresarios, no representan al campo, a los productores. Todos representan a Todos.

El sector Agroindustrial es uno solo, y aunque muchos no lo terminen de entender, es el motor de todas las economías de este país. Alguien dijo una vez, que si al campo le va bien, al país le va bien. Y es así de claro. Seamos inteligentes, y tratemos de empezar este 2013, no haciendo borrón y cuenta nueva porque no se puede, ni se debe en este caso, pero sí, pensando en buscar caminos de diálogo.

Si vamos en ese sentido, podemos pensar en un país que aproveche las oportunidades inmejorables que da el mundo hoy, y que como también hace más de cinco años, son aprovechadas por países (todos nuestros vecinos entre otros) que inteligentemente mirando para afuera, es decir, vendiendo al mundo lo que producen, obtienen los beneficios para dentro...

Nosotros pensamos tanto en el árbol... que nos olvidamos del bosque.... Ojalá en este comienzo del año, comence mos a mirar que las oportunidades que se aprovechan, siempre traerán beneficios.