La Confederación de Asociaciones Rurales de la Provincia de Santa Fe (CARSFE), entidad adherida a Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), manifiesta su profunda preocupación por la grave situación por la que atraviesan miles de productores de todo el territorio provincial por las intensas lluvias y tormentas y reclama la máxima atención de las autoridades locales, provinciales y nacionales, las ya prestadas en la emergencia, y sobre todo las que aún restan instrumentar para paliar el duro momento del campo santafesino.
Lluvias que han más que duplicado las medias habituales de los últimos años; tormentas de gran intensidad que se abatieron sobre producciones, poblados y áreas rurales, ríos y arroyos totalmente desbordados, campos anegados por largos días, han encendido luces de alerta máxima, toda vez que se han perdido ya miles de hectáreas de cultivos y alterado los ritmos de todas las producciones, provocando severas pérdidas que afronta en primera medida el propio productor agropecuario.
Más allá de la asistencia directa de los gobiernos locales –acotado su accionar por el escaso presupuesto que manejan- y de la respuesta en la coyuntura del gobierno provincial, resta todavía ver de qué manera se reconstruye el dañado tejido productivo de toda la provincia, tanto desde las correspondientes declaraciones de emergencia y desastre como desde formas de auxilio directas compatibles con el gran daño recibido.
El campo argentino, el campo santafesino en particular, es generador de riquezas y una constante fuente de transferencia de fondos privados a lo público, y del territorio provincial a la Nación, todo ello sin mayores retornos en obras, dada la clara discriminación que nuestra provincia, a pesar de sus cuantiosos aportes, sufre por parte del gobierno nacional.
Es momento ahora, ante una situación de catástrofe como la que viven miles de productores, de dar respuestas oportunas y suficientes para rearmar el aparato productivo y los ciclos interrumpidos por las intensas lluvias y sus devastadoras consecuencias.
CARSFE apoya el pedido de fondos realizado por el gobierno provincial a la Nación, porque es ella –la Nación- la principal beneficiaria de trabajo del hombre de campo, que ahora reclama con justicia ser escuchado y atendido, porque lo necesita de manera urgente. Igualmente apoya las gestiones que se realizan en el mismo sentido ante el Congreso de la Nación y reclama de sus legisladores nacionales –de todos los partidos- posturas de defensa clara y directa ante la emergencia hídrica.
No hay probablemente en todo el país un sector más directamente atacado por la voracidad fiscal nacional. Y probablemente hay pocos que pueden ostentar tan marcada desatención de ese mismo gobierno, máxime en nuestra provincia donde la inversión nacional brilla por su ausencia, desde rutas hasta mínimas tareas de logística que aseguren el sostenimiento de la actividad.
Pedimos con toda claridad a los gobiernos locales y provincial el máximo esfuerzo económico posible, además del acompañamiento. Y exigimos con toda claridad del gobierno nacional la ayuda que debe dar a un sector que tanto le aporta a las arcas y que ahora requiere de todo el apoyo para seguir funcionando.