Iniciamos el 2013 con el acuerdo logrado en Estado Unidos para evitar una suba masiva de impuestos y un drástico recorte del gasto (Fiscal Cliff o Precipicio Fiscal). Todo indicaba que el mercado de granos contaba con un contexto financiero amigable el primer día hábil del año, tal es así, que la mayoría de los commodities y los índices bursátiles del mundo, consolidaron una suba del 2% en dicha jornada. Sin embargo, la cotización del maíz, soja y trigo en Chicago, luego de comenzar en la misma sintonía, finalizaron la jornada con pérdidas  que van desde el 1,5% al 2,5%.

Sucede que el mercado de un momento a otro, quitó la mirada sobre este tema, y se posicionó sobre la realidad de que cada día que pasa, nos encontramos más cerca del ingreso del grueso de la cosecha de soja de Brasil, y en la medida que esto se aproxima, es una variable comienza a tener mayor peso relativo en la conformación del precio. El hecho de que esto suceda, le imprime una tónica bajista al mercado, porque cada día se escuchan más voces que auguran una superproducción de soja en nuestro vecino país (entre 83 y 85 MM toneladas).

En Argentina, la foto es distinta, según datos publicados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires hay aproximadamente 1MM de hectáreas que no van a sembrarse con cultivos de gruesa como consecuencia excesos hídricos que afectan principalmente al Centro/Oeste de Buenos Aires y Sur de Córdoba. La misma institución reportó que a la fecha se encuentran sembradas 16,7 MM de hectáreas de soja, representando un 84,9% de la superficie total, con un avance intersemanal de 4,8%. Si pretendemos ser prudentes, esto nos llevaría a pronosticar un nivel de producción nacional que difícilmente supere los 50 MM toneladas.

Entonces, si nos permitimos ensayar una estimación de producción Sudamericana, nos encontramos con que la cifra de 148 MM toneladas, tiene cada vez más componente de realidad y menos de expectativa. Y quien parece que comenzó a realizar esta lectura es nuestro principal cliente: China, dado que hoy se conocieron nuevas cancelaciones de compras de soja en USA por 315.000 toneladas (recordemos que la semana del 20 de diciembre se había cancelado 1 MM toneladas aproximadamente). Evidentemente el gigante asiático, prefiere pagar los costos de  cancelación de compras realizadas a precios más elevados que los actuales, con la firme convicción de que en el mediano plazo, podrá adquirir la misma mercancía a precios más bajos ya sea en Argentina o Brasil. Esta estrategia adoptada por el principal consumidor también colaboró presionando hacia abajo los precios.

Luego, los fondos de inversión, con su característica de exagerar la tendencia que tenga el mercado, hicieron su trabajo: tomaron nota de esto, y continuaron liquidando contratos. Hay que ver qué posición adoptan estos actores de cara al reporte que publicará el USDA el próximo 11 de Enero donde dará a conocer los stocks norteamericanos (de donde se puede inferir el consumo trimestral) y los datos finales de la cosecha norteamericana de la última campaña. ¿Corregirá a la baja la superficie cosechada en Estados Unidos, luego de que les tocara atravesar una de las sequías más severas de su historia?

Frente a este escenario, parece prudente generar coberturas en soja que nos permitan poner pisos en tornos a los U$S 300 y que nos permitan capturar eventuales subas que el mercado climático nos brinde,  en el hipotético caso de que Sudamérica tenga un susto productivo.

En maíz, localmente por debajo de 200 U$S se registra un bajísimo volumen de operaciones. En este caso las similitudes con el mercado de trigo son cada vez mayores. El sector exportador prácticamente ya cuenta con un nivel de compras que iguala los “teóricos” ROES habilitados a la fecha, y por lo tanto dicho sector no tiene intenciones de continuar comprando, por el temor de que en un futuro no le permitan embarcarlo. Por lo tanto, en el caso de que en el corto plazo vuelvan los U$S 200 no deberían ser desaprovechados.

Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria