La actividad de los feedlots creció levemente en 2012, con mayor cantidad de animales encerrados para engorde. El año termina con un índice de ocupación del 56%, un punto más que a igual mes de 2011, pero los precios de venta no acompañaron al negocio, según el balance de la Cámara Argentina de Feedlot.

Los precios de los animales pesados siguieron planchados en diciembre en un valor entre 10% y 15% menor al que estimaban meses atrás. Los ganaderos esperaban que a mediados de octubre mejoraran los precios, pero se encontraron con pérdidas por cabeza de entre $250 y $360 sobre lo comprado en otoño.

De hecho, la cantidad de animales encerrados fue superior al 2011, gracias a la buena perspectiva que existía en la zafra, que hizo que muchos ganaderos se volcaran a encerrar, convalidando un alto precio por la invernada.

Esto llevó a una sobreoferta importante de animales gordos livianos, a lo que se sumó la falta de tracción de los precios de la exportación y, según algunos analistas, la competencia en el consumo por parte de la carne de pollo.