Esta semana ha tenido muy pocos días hábiles, y además se observó poco volumen de negocios durante los mismos. Sin embargo se continuó con la tendencia declinante, relacionada con una mejora climática en Brasil, tomas de ganancias de fondos relacionadas con el cierre de mes, trimestre y año, y una demanda internacional que da muestras de estar más a la expectativa.

Por otro lado el contexto financiero está muy volátil con los grandes capitales pendientes del desenlace del precipicio fiscal en EEUU. Republicanos y demócratas están enfrascados en una discusión en la que ambos se acercan a una fecha límite en la que si no llegan a un acurdo terminarán perdiendo. Mientras esto se produce EEUU ya ha llegado al límite permitido de endeudamiento, y si no hay un resultado en el corto plazo de esta disputa, existe la posibilidad de que ese país tenga problemas para solventar sus pagos.

Dado que las novedades en la semana han sido escuetas, se genera un espacio interesante para realizar un balance de expectativas de precio para el próximo año

SOJA gran volatilidad con pisos en niveles que si bien son buenos a nivel internacional, no generarán la rentabilidad suficiente para el productor Argentino

Elementos alcistas

  • Extremadamente bajas existencias disponibles. Luego del fracado productivo de Sudamérica en la campaña 11/12, y de los problemas productivos en EEUU de la campaña 12/13, que si bien no fueron tan grandes como lo temido, redujeron la oferta de todas formas, existió un severo problema de aprovisionamiento de soja. Esta situación persiste. Todas las expectativas en cuanto a reducir la situación están puestas en la producción Sudamericana, que recién ingresará al mercado a partir de febrero con la mercadería brasileña.
  • Compradores internacionales muy activos en los últimos meses. A la baja oferta mencionada, se le suma que la demanda sigue muy firme. La molienda interna en EEUU está en niveles muy elevados, así como las exportaciones de ese país. En Argentina los compradores agotaron prácticamente las existencias de soja. En Brasil en tanto la comercialización incluso avanzó con casi el 60% de la campaña nueva.
  • Problemas climáticos en Argentina que todavía no han sido tomados cabalmente por el mercado. La gran expectativa de parte de los compradores es que la producción Sudamericana permita comenzar a recomponer los stocks de soja. Con un pronóstico de año niño hace unos meses, la expectativa se puso en un nivel productivo muy alto para la región. Sin embargo en lo que hace a Argentina el problema ha sido el exceso de humedad. La siembra está muy demorada, y algunos productores ya piensan en cambiar sus intenciones de implantación remanentes a maíz. Quienes lograron sembrar, pero lo hicieron tarde, tienen el inconveniente de que al demorar la siembra el rinde potencial disminuye. También algunos productores han sufrido problemas de inundaciones que barrieron los sembradíos ocasionando pérdidas productivas, e incluso también se dieron problemas de granizo muy extendidos en esta campaña. El USDA pronostica para Argentina 55 mill.tt. de producción, pero todo apunta a que en realidad deberíamos estar más cerca de 50 mill.tt.
  • Poco interés vendedor en las bajas. Cuando el mercado cede terreno, los productores Argentinos se reitran del mercado, y siendo los únicos que mantienen una gran parte de la cosecha nueva sin vender, su actitud es clave para el comercio internacional. Las razones por las que no se venden son variadas: la principal es que el aumento de costos en dólares hace que se requieran niveles de precio elevados para que se llegue a la rentabilidad pretendida. Por otro lado se ha vendido mucho maíz y trigo en forma anticipada para evitar quedar presos del consumo interno por el sistema de ROE VERDE, lo que restringe las necesidades financieras, y en caso de tener excedentes de pesos estos no pueden dolarizarse, por lo que la venta se posterga. Finalmente en la mente de los productores está instalado que “la soja siempre sube de precio”, por lo que tienen la expectativa de vender a precios mayores a los del año pasado. Recordemos que esto puede ser un error, ya que el problema de oferta del año pasado fue algo que difícilmente vuelva a ocurrir.
  • Fondos que han liquidado gran parte de la posición y que ahora están comprando. Los fondos especulativos no crean una tendencia, pero si la exacerban. Así cuando la seca en EEUU comenzó, compraron con la perspectiva de menor producción, y llevaron el mercado a niveles muy elevados, sosteniendo una posición comprada de casi 30 mill.tt. La misma bajó a unas 10 mill.tt. cuando a posteriori de esto liquidaron posiciones, pero a partir de allí comenzaron a comprar lentamente de nuevo. En este mercado es difícil pasarse al lado vendedor.
  • Hay una clara tendencia alcista de largo plazo relacionada con los factores estructurales de demanda. Si bien es cierto que esperar precios más altos que el año pasado podría ser una equivocación, también lo es que observando los precios históricos de la soja se ve claramente una tendencia alcista que va generando pisos de mercado sucesivamente más altos. El año pasado el fuerte problema de oferta generó un pico de precios, que ahora debería moderarse. Los altos precios inspirarán fuerte aumento de área sembrada, esto generará un shock de oferta y los valores cederán, pero el piso seguramente será superior a los previos. Trazando una línea de tendencia podemos esperar que el mismo esté en torno a los 300 U$S/tt locales. La razón de esto es que los factores que impulsan esta tendencia alcista siguen estando presentes: el cambio de dietas en los países emergentes por un mejor ingreso per cápita, la demanda adicional de biocombustibles, y tasas de interés muy bajas con devaluaciones cruzadas de monedas que generan una demanda financiera para estos productos.

Elementos bajistas

  • Se espera una gran cosecha de Brasil y del resto de los países de Sudamérica. Comentamos antes que le mundo cuenta con una gran cosecha para Sudamérica, pero que en el caso de Argentina podría no ser así, c