Muchos meteorólogos sostienen que el 2013 representaría un año neutro, con una campaña sin el fenómeno de  El Niño, o bien con la debilidad de dicho modelo. Es lo que sostiene el Instituto de Clima y Agua del INTA.

De acuerdo al organismo, presidido por Pablo Mercuri, el fenómeno oceánico, que genera precipitaciones superiores a lo normal, permanece en la categoría neutro. Las imágenes satelitales sumadas al último informe del Instituto de Clima y Agua del INTA muestran que las condiciones necesarias para que se desarrolle el fenómeno climático El Niño se debilitaron, debido a que el Océano Pacifico ecuatorial –luego de un muy leve calentamiento durante la primavera– se mantiene en valores neutros. Los pronósticos prevén un 2013 sin El Niño ni La Niña.

Asimismo, Mercuri dijo que “los modelos de predicción internacionales hacen referencia a que no se concretará la fase El Niño que anunciaban los pronósticos a mediados de año. Los diferentes modelos y sistemas de alerta y seguimiento le adjudican el estatus de no activo”.

Los modelos de predicción del ENSO (El nombre científico del fenómeno es Oscilación del Sur El Niño- El Niño-Southern Oscillation, ENSO, por sus siglas en inglés- es un fenómeno explicado por el movimiento de rotación terrestre y, en consecuencia, por el desplazamiento de las mareas del hemisferio norte al hemisferio sur, siempre dentro de la zona intertropical) prevén condiciones neutrales para la primera mitad de 2013.

“Por esta razón, es lógico replantear los pronósticos de lluvias superiores a lo normal que se esperaban para el verano-otoño, cuya probabilidad disminuye claramente”, destacó Mercuri, quien aseguró que esta situación “será muy favorable para que se reduzcan los problemas de anegamientos y que se desarrollen buenos rindes en cultivos de maíz y soja implantados en lotes sin problemas hídricos”, remarcó el director del Instituto de Clima y Agua del INTA.

Según el informe del Instituto, en el corto plazo podrían continuar las lluvias intensas, pero es probable que “a partir de enero se regularice el patrón de precipitaciones en la región central del país con más días consecutivos sin lluvias, y que los acumulados de precipitaciones más intensas y frecuentes sean principalmente en el NOA, el noreste del país y en las cuencas altas del los ríos Paraná y Uruguay. Esto no significa alerta debido a que estos ríos se encuentran en alturas normales acorde al Instituto Nacional del Agua (INA)”.

El Centro de Predicciones Climáticas de la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica (CPC NOAA) de los Estados Unidos informó que durante octubre de 2012, el Océano Pacífico reflejó condiciones cercanas al ENSO-neutral y El Niño débil. “Si bien se evidenciaba un leve calentamiento de la superficie del océano Pacífico Ecuatorial, no se evidenciaron alteraciones asociadas en la circulación atmosférica”, indicó el informe.

Asimismo, el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI) señaló que “la importante oferta de lluvia en algunas zonas del país en el último periodo y las intensas tormentas registradas no se relacionan con el fenómeno El Niño, sino con otros factores como el calentamiento que se observa en el Atlántico Sur cerca de la costa uruguaya y la influencia de la oscilación antártica –diferencia de presión en los niveles medios de la atmósfera–”.

De todos modos, Mercuri recomendó el seguimiento continuo de las condiciones meteorológicas para la toma de decisiones agropecuarias debido a que se observa una alta variabilidad climática y frecuencia de eventos extremos.

Las tormentas que vienen

Romina Mezher, meteoróloga del Instituto de Clima y Agua del INTA, señaló que hay áreas con muy buena condición para los cultivos y otras con una importante afectación hídrica.

De acuerdo con Mezher, “se observa un mosaico de situaciones en la región central del país. Por un lado, es muy buena la disponibilidad de agua en áreas productivas de cultivos extensivos, como el maíz y la soja, lo cual es promisorio para alcanzar altos rindes. Por el otro, las lluvias de la segunda quincena de diciembre –en especial las lluvias del 18, 19 y 24 inclusive– agravaron la situación de excesos hídricos en muchas áreas de Santa Fe, Este de Córdoba, Entre Ríos y en el centro y noroeste de Buenos Aires”.

Los pronósticos a corto plazo indican que “se espera una menor frecuencia de precipitaciones en la región pampeana central –zona afectada por excesos–”.

“Esto no significa que no vuelvan a ocurrir tormentas muy fuertes, sino que tienen menos probabilidad de ocurrencia”, aclaró Mezher quien además dijo que “en el verano pueden desarrollarse tormentas e ingresos de frentes fríos que generen eventos de importancia. En promedio, los valores acumulados serán normales”.