El choque entreMauricio Macri y Daniel Scioli trascendió las canchas de futsal donde se enfrentaron a principios de 2012 en partidos amistosos, al terreno político más rápido de lo previsto ya que los planes iniciales (si no había re-re para Cristina, como aclaró Scioli) hacían prever que todo ocurriría en las presidenciales de 2015, pero se adelantó para el 2013.

Ocurre que termina el año y el PRO no pudo armar una oferta electoral competitiva en el territorio bonaerense. Culpan de ese fracaso a Emilio Monzó, el ministro de gobierno porteño que tenía la misión de armar la propuesta bonaerense pero que nunca logró convencer a  la diputada por la CABA, Gabriela Michetti para encabezar la lista de candidatos legislativos y ahora intentaba con la Vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal que cuenta con domicilio en Morón.

A Monzó lo conocieron en el PRO porque lo llevó Juan José ‘Juanjo’ Álvarez, pero cuando Juanjo se corrió resultó ser que Monzó no era Juanjo.

En el medio surgió también la posibilidad de rearmar el frente que derrotó a Néstor Kirchner en 2009 con Francisco De Narváez.

Scioli, con una audacia que no muestra frente al kirchnerismo, tomó nota de esos intentos en su territorio. Fallidos intentos, por cierto, y decidió contraatacar en Ciudad de Buenos Aires, un ámbito que conoce como ex diputado por ese distrito y presidente electo del PJ Capital, que luego terminó abandonando para partir hacia la provincia.

El problema es con qué partido se hará la apuesta sciolista. Porque el PJ ahora está en manos del kirchnerismo y pensando en volver a candidatear a Daniel Filmus.

Pero lo que sí hay es candidato. Sería el ex candidato presidencial y ministro de Economía,Roberto Lavagna, que encabezaría la lista de diputados.

Lavagna viene trabajando con Hugo Moyano y también asesora al Intendente de Tigre, Sergio Massa. Todos repudiados por el kirchnerismo y la esperanza del peronismo anti-K.

Así, ese esquema de poder alternativo posible no solo amenaza en la Ciudad al PRO, sino también al kirchnerismo en el mismo terreno y con proyección nacional, claro que hay que consolidarlo en las urnas y significaría el rompimiento final entre Cristina y el gobernador. El Frente para la Victoria sufriría una abierta disputa por el poder y en clara desventaja. Especialmente si Cristina no logra reforma la Constitución que la habilite a un tercer mandanto, el único límite que puso el ex motonauta para sus aspiraciones presidenciales.

Los cruces entre Macri y Scioli comenzaron por las diferencias con el plan de Basura Cero, así lo expuso el bonaerense en su discurso de marzo ante la legislatura. El tema de la basura se mantuvo a lo largo del año hasta que comenzó la puja electoral y Macri comenzó a acusar a Scioli de kirchnerista; "Él dice que es kirchnerista" afirmó mientras el ex motonauta y el intendente de Tigre compartieron un evento el sábado (1/12), el 2do en 15 días.

También compartieron silbidos y abucheos en el último acto de Cristina.

El peronismo no cristinista sueña con una alianza Daniel Scioli-Sergio Massa que le ponga un freno al Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires y que de por terminado el anhelo re-reeleccionista de Cristina Fernández.

Roberto Lavagna, levanta la voz. Este 14/12 dijo que "Menem tampoco tenía el número pero reformó la Constitución" y advirtió que "algunos ven esto como una cosa que no es posible; hay que tener cuidado".