Con estos números, la producción de trigo 2012/2013 es estimada en 9,5 millones de toneladas. El cambio obedece al importante recorte del rinde en la provincia de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, y otro de menor intensidad para el norte de Buenos Aires. El sudeste y sudoeste bonaerense siguen manteniendo el potencial de rinde aunque se teme por el efecto del fusarium.
Respecto de los cultivos de maíz y soja, sigue habiendo problemas para avanzar en las labores de siembra. Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, tomados en su conjunto, exhiben un retraso en la siembra de maíz de 10 puntos porcentuales respecto del año pasado. Las labores de siembra de soja en Córdoba y Buenos Aires están retrasadas en un 15% respecto del año pasado.
Aún sin posibilidad de realizar estimaciones de rinde para los cultivos de cosecha gruesa, se estima el área sembrada con maíz en 4,12 millones de hectáreas y la de soja en 19,5 millones de hectáreas. Proyectando rendimientos, esta superficie podría significar la producción de 24 millones de toneladas de maíz y 53 millones de toneladas de soja.
- Trigo 2012/2013
Hay una fuerte disminución en la cifra de producción de trigo, respecto del informe precedente, al recortar el rinde de 29,5 qq/ha a 27,4 qq/ha como promedio nacional. Teniendo en cuenta que se parte de una superficie sembrada de 3,6 millones de hectáreas y de un área sin cosechar de 140 mil hectáreas, la producción 2012/2013 resultaría en 9,5 millones de toneladas de trigo.
La cosecha a escala nacional ha avanzado un 42%, faltando por cubrir las principales regiones trigueras, mayormente ubicadas en Buenos Aires.
En el cuadro de trigo 2012/13 pueden apreciarse las variaciones de rindes por provincia, con fuertes disminuciones en Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. En el caso de Buenos Aires también se ajustó negativamente en el norte y centro de esa provincia.
Como se viene comentando en estos informes, el patrón de lluvias sobre la región pampeana quedó muy por encima de los valores históricos. Este fenómeno, iniciado en agosto, sólo se interrumpió parcialmente en la primera quincena de noviembre, para reactivarse hasta el primer decenio de diciembre. (Ver gráficos de CCA -Consultora de Climatología Aplicada- donde es dable observar las precipitaciones acumuladas en noviembre y en la primera semana de diciembre.) Las abundantes y frecuentes tormentas, acompañadas, en algunos casos, de fuertes vientos y granizo, ocasionaron recurrentes problemas en los lotes por excesos hídricos, entorpeciendo las labores de recolección. Por lo tanto, el ambiente siguió favoreciendo el desarrollo de las enfermedades foliares (mancha amarilla, roya y septoriosis) y fusariosis de la espiga que tuvo un alcance generalizado en estas provincias. El control de enfermedades se volvió muy difícil en estas condiciones donde las enfermedades siguieron avanzando a pesar de los tratamientos.
Otro factor negativo que dejó noviembre es que, cuando las lluvias comenzaron a espaciarse, hubo una importante ola de calor acompañada con vientos cálidos que acortaron el ciclo del cultivo. Este efecto de “arrebatamiento” se suma al efecto de “lavado” y al daño causado por enfermedades fúngicas.
Hay que tener en cuenta que en la Región Pampeana fue muy frecuente observar lotes con anegamientos temporales que dejaron manchones que se “blanquearon”. Además, los fuertes vientos de las últimas tormentas dejaron en su paso lotes que quedaron “revolcados”.
Finalmente, no olvidar que están presentes los efectos de las heladas de la primera quincena de octubre en algunas zonas de Córdoba y Santa Fe.
La influencia del conjunto de estos factores se hace evidente en los lotes de trigo recogidos en parte de la Región Pampeana. Además que los rindes se desmoronan frente las expectativas que había hasta hace poco más de un mes, el grano muestra bajo peso hectolítrico y daño por fusarium.
En la provincia de La Pampa se esperan buenos resultados, donde los cuadros presentan muy buena condición en el 20% de los casos y buena en el resto.
Sin dudas, las expectativas están depositadas en el sudeste y sudoeste bonaerense, donde se esperan muy buenos resultados, permitiendo mantener en forma relativa el rinde nacional.
- Maíz 2012/2013
Con casi un 70% sembrado, la estimación del área maicera 2012/13 se ajusta a poco más de 4,1 millones de hectáreas, un 9,2% por debajo de la superficie del ciclo pasado. (Los datos de la campaña 2011/2012 fueron ajustados con información aportada por imágenes satelitales sobre la región núcleo, llevando el área sembrada en aquel entonces a 4,54 millones de hectáreas.)
El retraso de las siembras en esta campaña es de 12 puntos porcentuales respecto de la 2011/12 y está ocasionando que se incremente considerablemente los planes de siembras tardías. Este año el maíz sembrado en fechas de segunda ocupará una importante proporción sobre el total sembrado por lo que será otro factor más a tener en cuenta a la hora de calcular los rindes potenciales.
De todas formas es importante destacar que, exceptuando los sectores con excesos hídricos, los cuadros sembrados en la región pampeana están ingresando en floración con muy buen desarrollo y excelentes reservas en los suelos.
De esta manera es posible hacer una proyección de la producción de maíz 2012/13 de 24 millones de toneladas.
- Soja 2012/2013
En la oleaginosa, las labores de implantación han cubierto el 70% del área de intención, frente al 78% del año pasado para esta misma fecha. Sigue siendo destacada la cantidad de lotes que restan por sembrar en la Región Pampeana y se sigue observando falta de piso para entrar a trabajar en muchos casos.
De todas maneras, se sostienen las 19,5 millones de hectáreas como superficie de intención. Trabajando con comportamientos históricos para rinde, la producción de soja 2012/13 se puede proyectar en 53 millones de toneladas.
Análisis de la reserva de agua en el suelo de noviembre 2012 versus imagen de noviembre de 2011