Que los corrales sigan a la baja en su ocupación, no es atípico para la época del año. El IRF durante Noviembre fue del 0,91 lo que dejó la Ocupación de los corrales para el 1/12 en el 56 % (un punto menos que al 1/11).
Ahora bien, que los precios del gordo sigan “planchados” en los primeros días de diciembre, si es algo que ha sorprendido a todos los ganaderos. Luego de una serie de talleres entre empresarios del sector, realizadas en Roque Pérez, Buenos Aires, y en Washington provincia de Córdoba, se destaca el comentario general, que la caída de precios esta primavera, ha sido mayor a lo que se esperaba en el otoño, como así también más prolongada. “Le erramos entre un 10 y 15 % las estimaciones del precio de venta del gordo. Esperábamos una caída, para agosto y septiembre, pero que a mediados de octubre la cosa iba a mejorar”, destacaron los empresarios en los talleres.
Las pérdidas por cabeza de entre $250 y $360 son moneda corriente a la hora de ir haciendo los cierres de números de esta primavera, sobre lo comprado en otoño. La cantidad de animales encerrados fue superior al 2011, gracias a la buena perspectiva que existía en la zafra e hizo que muchos ganaderos se volcaran a encerrar, convalidando un precio por la invernada que no era lógico.
Muchos veían la foto de compra venta del momento y no analizaban el precio de venta 4 meses adelante. Esto llevó a una sobreoferta importante de animales gordos livianos para esta época del año. A esto se le sumó la falta de tracción de los precios de la exportación y, según algunos analistas, la competencia en el consumo por parte de la carne de pollo, que creció entre los consumidores argentinos.
Sumado a este escenario, apareció otra gran preocupación dentro del sector; el alto grado de incumplimiento del Peso Mínimo de Faena. Si bien está prohibido faenar por debajo de los 300 kilos en pie, no son pocos los operadores de la industria de la carne que recorren los corrales pidiendo que les envíen esa mercadería y advirtiendo que si lo que envían es superior a los 300 kilos, el precio que se pagará tendrá una quita importante. Al aparecer esta mercadería ilegal, genera una competencia compleja para el sector. Aquellos que siguen cumpliendo con la norma, convencidos que esto ayuda para agregar valor desde la vaca de cría, hasta la carnicería, caen en mayores costos de engorde por la ineficiencia de los animales más pesados, a esto se les suma que a la hora de vender encuentren una importante quita de precio a su producción.
Son muchos los temas que están siendo analizados por el sector, en vistas al 2013. Las conclusiones entre los actores del sector, son contundentes, y muy precisas. Está claro que las subas y bajas en un mismo año, del orden del 25/30 % no permiten un crecimiento sustentable de ninguna actividad. Los productores deberán trabajar en estrategias de desestacionalización de la oferta, como así también ajustar perspectivas de ventas, y prestar especial atención a los análisis de sensibilidad, para ver a que precio de invernada se puede empezar a negociar.
Por otro lado, la cadena de ganados y carnes en su conjunto se debe un trabajo serio en materia de tipificación que esté acorde a parámetros de calidad y que permita una estandarización de producto que premie el buen trabajo y la inversión; y que permita tener un mercado de futuros de carne sano y transparente, que brinde certeza a un negocio ganadero intensivo que hoy no la tiene. Una exportación más estable a lo largo del año, que se complemente con el mercado doméstico y permita quitar excesos de oferta, es otra condición esencial para esperar un 2013 que encuentre a la ganadería en crecimiento, en oferta y calidad pero con rentabilidades por eslabón acordes a las inversiones que se realizan y los riesgos que se asumen.