Debido a las abundantes lluvias, los climatólogos aconsejaron demorar la siembra de maíz y soja, o bien esperar antes de recomenzar una siembra, debido a que en la mayor región agrícola de Argentina se fomentó la expansión de enfermedades fúngicas, sobretodo en los cultivos de trigo. De acuerdo a un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, se presentan amplios sectores con pérdida de plantas debido a la falta de oxigenación en las raíces.
“Este es el tercer mes continuo con excesos de lluvia”, dijo Germán Heinzenknecht, experto de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA). “El pronóstico es inestable para el resto de la semana, con lluvias empezando otra vez en el fin de semana” afirmó, y agregó que “los productores de soja y maíz deben esperar por lo menos hasta el lunes para empezar con la siembra de nuevo”, agregó.
El norte y el oeste de la provincia de Buenos Aires y parte de Córdoba y Santa Fe, recibieron un promedio de entre 50 y 60 milímetros de agua en los últimos días, según estimó Heinzenknecht.
Además, persiste el clima húmedo, al tiempo que el pronóstico meteorológico para el fin de semana augura nuevas lluvias.
En tanto, el Sistema de Estimaciones Agrícolas para el centro-norte de Santa Fe, que elabora la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Católica de la provincia (UCSF), en convenio con la Bolsa de Comercio santafesina y el Ministerio de la Producción, sostuvo que se mantiene una previsión de mayor siembra entre un 24 y 26 por ciento respecto de la campaña 2011/2012 pero también dependerá de las condiciones climáticas.
En cuanto al trigo, indicó que en la última etapa del desarrollo de los cultivos, los sucesivos eventos climáticos: heladas, granizo, precipitaciones y vientos, han afectado los trigales en diferentes zonas de los departamentos La Capital, Las Colonias, Castellanos, San Justo; sur, centro y este de San Cristóbal, General Obligado y centro-este de Vera. Así, entre 32.000 y 34.500 hectáreas sufrirán pérdidas en productividad y plantean interrogantes sobre si serán cosechadas o no. En el resto del área implantada de esos departamentos, el desarrollo se considera de “bueno a muy bueno”.
No obstante, la falta de piso no permitió realizar en su totalidad, los tratamientos de control ante los ataques de fusariosis, razón por la cual se mantiene el alerta porque las condiciones climáticas muy húmedas favorecen la conductividad del hongo.