WASHINGTON.- Autoridades argentinas están confiadas en "sortear hoy con éxito" la decisiva reunión en la que el Fondo Monetario Internacional (FMI) analizará la "calidad" de las estadísticas oficiales argentinas y el "grado de cumplimiento" del Gobierno de sus compromisos ante el organismo para mejorarlas.
"Creemos que no habrá sanción alguna", dijo a LA NACION un funcionario argentino, familiarizado con las tratativas. "Hemos trabajado en las últimas semanas para que así sea", añadió.
El organismo, en cambio, dejó abierta todas las posibilidades. Entre ellas, la de sancionar al país por la calidad de sus estadísticas. En particular, las de inflación y de crecimiento. "Esperemos a ver qué es lo que decide el directorio", dijo el vocero del Fondo, Jerry Rice, cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que el organismo decida hoy un "voto de censura" sobre la Argentina. Es la tercera vez en dos años que la Argentina enfrenta la posibilidad de sanciones del FMI por sus reiterados incumplimientos en el programa de mejora estadística al que se comprometió en noviembre de 2010. Hace cinco años que el FMI puso la mira en las estadísticas argentinas. Su reticencia a aceptarlas se ha venido agudizando desde entonces.
Con nuevas promesas y compromisos de mejora, la Argentina ha venido sorteando, hasta ahora, la posibilidad de ser sancionada. En medios cercanos al Gobierno existe "optimismo" de que eso se repetirá hoy, pese a los "sombríos" precedentes con los que se llega al encuentro. Según pudo saber LA NACION, existe un documento "redactado en duros términos" sobre la gestión argentina en la materia. Será ésa la guía sobre la que hoy la directora del organismo, Christine Lagarde, hará su informe previo a la votación.
La Argentina tendrá una posibilidad de descargo. Correrá por cuenta de su representante ante el Fondo, Alfredo McLoughlin, en la que sería una de sus últimas gestiones en esa posición.
El encuentro llega precedido por una serie de "cortocircuitos" en la tarea estadística, que, según se indicó a LA NACION, quedó de manifiesto en por lo menos dos videoconferencias mantenidas por el Departamento de Estadística de la entidad y funcionarios argentinos. La comunicación "tuvo tramos ruidosos", según se indicó.
Si el voto es negativo para el país, la Argentina será sometida a una "censura" del organismo. Se trata del primer escalón en un largo recorrido procesal que, de persistir los incumplimientos, llevaría a sanciones más graves.
Si, como dicen funcionarios de nuestro país, prima el optimismo, la Argentina será reconvenida en términos más suaves y se le concederá una nueva prórroga. Sobre eso deben decidir hoy los 24 integrantes del directorio.
En enero último, el FMI "lamentó" la "ausencia de progreso" en la adaptación del índice de precios al consumidor (IPC-GBA) que elabora el Indec y dio al Gobierno 180 días para mejorar la calidad de esa información. Ese plazo se agotó en julio, pero por el receso del verano se hizo operativo ahora.