uando faltan poco más de quince días para que concluya la cosecha de soja, el principal cultivo del país está cerrando una campaña para el olvido. Ayer, en su habitual informe semanal, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires volvió a recortar su estimación de producción de la oleaginosa y la dejó en 39,9 millones de toneladas. Se trata, según la entidad, de una caída del 19 por ciento respecto de la última campaña.
Con ese volumen, la soja tiene su peor performance desde el ciclo 2008/2009, cuando, afectada por una intensa sequía, logró apenas 30,9 millones de toneladas, en ese momento una pérdida de 16 millones de toneladas versus el ciclo que la había precedido.
Como en aquella oportunidad, la sequía que afectó al campo en diciembre y enero pasados tuvo un rol preponderante. Sin embargo, no fue el único factor. En marzo hubo frentes fríos que afectaron el llenado de grano del cultivo y, peor aún, en las últimas semanas las lluvias sobre varias regiones, que causaron excesos hídricos, deprimieron aún más el rinde. "Los recortes debido a la caída progresiva del rinde medio nacional se encuentran ahora potenciados por excesos hídricos e inundaciones sobre un amplio sector de importancia en la región bonaerense", señaló en su informe la Bolsa de Cereales porteña.
Hasta el momento se cosechó un 89,3% de la superficie sembrada, con lo cual falta recolectar poco más del 10%. Sin embargo, hay serios retrasos en el centro oeste bonaerense por culpa de las inundaciones. Se estima que allí hay unas 500.000 hectáreas aún pendientes de cosechar y que por los excesos de lluvias se perdió más del 30 por ciento.
Menos ingresos
Al inicio de la campaña, las proyecciones eran que la cosecha argentina de soja se iba a ubicar en torno de los 52 millones de toneladas. Si se observa lo que prevé la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, están faltando 12 millones de toneladas. A los precios actuales de la soja, el país está resignando divisas por unos US$ 6000 millones.
"Acá había un potencial de producción de 51 a 52 millones de toneladas. Con una merma de 12 millones de toneladas, son unos US$ 6000 millones menos", expresó Ricardo Baccarin, analista del mercado de granos. "Fue una campaña floja", subrayó.
Agustín Vitta, analista de FyO.com, coincidió en que ése será el impacto por la pérdida de producción. De todos modos, según Vitta, el mercado ya venía descontando que la producción rondaría ese volumen. "Los exportadores venían trabajando con ese escenario y lo habían convalidado en los precios", señaló.
Por la sequía en la Argentina y también en Brasil, la soja tuvo un fuerte repunte. En la Bolsa de Chicago llegó a superar los US$ 550 la tonelada hasta hace un mes. En las últimas semanas recortó su ganancia y ayer cerró en 505,6 dólares la tonelada. A todo esto, desde la consultora Agritrend, Gustavo López espera un poco más de soja que la proyección de la Bolsa porteña. Según López, la cosecha rondaría los 41 millones de toneladas. Entre grano, harina, aceite y biodiésel, el complejo de la soja tendría un valor de exportación de 19.535 millones de dólares.
Además de la soja, el maíz también sufrió el cimbronazo del clima. En este cultivo se esperan 19,3 millones de toneladas. Al comienzo de la campaña se proyectaban 28 millones de toneladas. Con 8,7 millones menos de lo previsto, son US$ 2000 millones menos en dividas.
Si se suman la soja y el maíz, la pérdida total para el país trepa a US$ 8000 millones.