Estas precipitaciones sumadas a las de la semana anterior, han homogenizado el nivel de reservas en torno a niveles adecuados para cada tipo de suelo. En este sentido, es que se puede decir que la demanda de precipitaciones para las próximas dos semanas es baja en casi toda la zona núcleo.

La semana ha transcurrido sin que se observen enfriamientos destacados. Considerando que el aire húmedo se ha reposicionado en gran parte de la región pampeana y las temperaturas se mantienen por encima de los valores normales, una adelantamiento de la fecha de primeras heladas parece muy improbable. De acuerdo a esto, el resto de abril tiene bajas probabilidades de mostrar un escenario con temperaturas que impliquen riesgo para los cultivares de segunda. No obstante esto, las condiciones actuales se modificarán durante el fin de semana, previéndose condiciones más frescas para comienzo de la semana próxima. Es decir, las temperaturas se normalizarían, superando el actual período cálido y húmedo que domina toda la región.

La posibilidad de que se concreten precipitaciones es más importante sobre el norte del país. Las lluvias son muy esperadas en el NEA. Igualmente no se descarta que algunas lluvias se observen sobre la franja central, principalmente en sectores mediterráneos entre viernes y sábado. Estas lluvias pueden alcanzar sectores de LP y el sudoeste de BA, siendo más baja la probabilidad de precipitaciones sobre el resto de la región pampeana. Las eventuales lluvias sobre el este, serían modestas, inferiores a los 15 milímetros.

Considerando las condiciones actuales como ambiente de partida, no son necesarias lluvias abundantes como para que el estado adecuado de humedad prevalezca durante las próximas dos semanas, posiblemente durante todo abril. Si tenemos en cuenta que, salvo los cultivares de segunda, ya no hay coberturas con demandas hídricas destacadas, la pradera de referencia puede estar incluso subestimando la disponibilidad de humedad. Es decir, podríamos plantear que en los lotes cosechados, con un buen manejo de la humedad disponible en la actualidad, solo bastarían precipitaciones del orden de los 30 milímetros para conservar un nivel de humedad aceptable para el inicio de la fina.

De concretarse esta hipótesis, estaría resuelto el aspecto hídrico para decidir eventuales siembras de trigo. No obstantes esto y como viene observándose en las últimas campañas los aspectos comerciales tendrán un peso muy importante a la hora de definir si se sostiene el área triguera en la región pampeana o si sufre una nueva reducción. Además de los aspectos comerciales, los productores buscan alternativas. La colza y la cebada, ganan terreno en este sentido.

La cosecha de soja viene avanzando a paso rápido en las provincias del centro y en el norte de BA. En CB, los rindes son en general inferiores a los valores normales, proyectando una importante merma de la producción de la oleaginosa. La situación en SF es más variada, no tan decididamente hacia abajo, pero tampoco superando los rindes normales. La provincia de ER, con el 36 por ciento del área cosechada, apenas supera las 2 toneladas por hectárea. Un análisis somero de estos resultados primarios parece adelantar que lo más probable es que la producción no supere los 44 millones de toneladas a nivel nacional. La seca, evidentemente, también ha golpeado a la soja.

  • Por CCA - exclusivo Agrositio
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