Acompañada por el vicepresidente, Amado Boudou, y los ministros de Industria, Débora Giorgi, y de Planificación, Julio De Vido, Cristina Fernández de Kirchner recibió en Casa de Gobierno a representantes de Adimra, encabezados por su presidente, Juan Carlos Lascurain, y a dirigentes de la UOM, liderados por su secretario general, Antonio Caló, para anunciarles la prórroga del bono fiscal del 14% para los productores de bienes de capital hasta el próximo 30 de junio y la implementación del nuevo plan de promoción y desarrollo para ese sector industrial.
El nuevo régimen fue consensuado con las cámaras de fabricantes de bienes de capital y los representantes de los trabajadores, y busca sostener y profundizar la competitividad de esta industria metalúrgica.
El Programa de Desarrollo de la Industria Nacional de Bienes de Capital remplazará el actual régimen del bono fiscal del 14% de la facturación por ventas -que se utiliza para la cancelación de impuestos nacionales- y se prevé que volcará al sector 2.700 millones de pesos.
El nuevo régimen incluiría mecanismos específicos de financiamiento blando:
*Un esquema de bonificación de tasas, a través del Banco Nación y del BICE, que permitiría generar créditos blandos con tasa subsidiada por el Ministerio de Industria (se estima que estaría por debajo del 9%). La bonificación de tasas alcanzaría a todo tipo de empresas para los siguientes destinos: inversión, reconversión y aumento de la productividad, prefinanciación de exportaciones, créditos para capital de trabajo, entre otros.
De este modo, se aseguraría no sólo el financiamiento a las empresas que fabrican bienes de capital, sino también a sus compradores, fomentando un verdadero desarrollo del sector, promoviendo la inversión en tecnología y un incremento en la escala de producción.
*El Ministerio de Industria fondearía al Banco Nación para que éste pueda otorgar créditos para la pre y post financiación de exportaciones de empresas nacionales. Esto permitiría que el Estado Nacional cuente con una herramienta similar al Finame brasileño, permitiendo equiparar las condiciones de competitividad de las empresas exportadoras brasileñas, una habitual demanda por parte de los productores locales de bienes de capital.
También el plan en estudio contemplaría la creación de un Fondo para atender las necesidades específicas de financiamiento de corto y mediano plazo para todas las empresas, privilegiando aquellas que tienen dificultades para acceder al financiamiento bancario.
El esquema devolvería al régimen general del Mercosur el sector de bienes de capital, y quienes importen de extrazona deberían pagar un Arancel Externo Común (AEC) del 14%, tal como lo estipula el bloque comercial. Así, el nuevo régimen profundizaría la defensa del sector de la competencia desleal externa en un momento de crisis internacional y sobreoferta de productos a precios de dumping.
El nuevo régimen dispondría durante 2012 de unos $ 2.700 millones para financiamiento blando, que estarían conformados por un ahorro de $ 1.400 millones anuales que el Estado destinaría a solventar el bono del 14% y aproximadamente otros $1.300 equivalentes al 50% de la recaudación que tendrá el Estado a partir de retomar el cobro del Arancel Externo Común (AEC) del Mercosur, que hasta ahora estaba al 0 por ciento.
Al mismo tiempo, y para incrementar en siete puntos la competitividad de los fabricantes argentinos de bienes de capital, se reestablecería una misma alícuota de IVA del 21% para sus compras y ventas, mejorando sus costos de producción y equiparando la situación de los importadores de bienes de capital (que pagan 10,5% y como no producen, no acumulan IVA de insumos).