"El sistema de cupos de exportación y el errático cálculo de los saldos
exportables crean una artificial sobreoferta de maíz que impide que los mercados
funcionen con fluidez y que los precios se formen normalmente", expresó la
entidad.
A pesar del impacto de la sequía en los rendimientos por hectárea proyectados,
las estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires muestran que la
producción de maíz de la campaña 2010/11 rondaría las 20 millones de toneladas,
con una caída de sólo un 10 por ciento respecto del ciclo anterior, récord
histórico de producción.
Argumentos
"Esta cifra garantiza el maíz necesario para cubrir el abastecimiento interno
que, sumado al resto de los granos forrajeros, aseguran una holgada oferta que
permite también continuar exportando y conquistando nuevos mercados", señaló.
Maizar consideró que la liberación de las ventas externas es una medida
indispensable para normalizar la comercialización del cereal, que no pondrá en
riesgo el abastecimiento interno ni afectará los precios de los productos que
utilizan al maíz como insumo.
"Independientemente del volumen de la cosecha, necesitamos contar con
exportaciones abiertas durante todo el año", se dijo.
Se analizó que el sistema de ROEs y de cupos a la exportación crean siempre
sobreoferta de maíz que impide que los mercados funcionen con fluidez y
transparencia, "generando quitas de precio que afectan a toda la cadena de valor
del maíz".
"La única manera de lograr un mercado competitivo, que aliente la inversión y
que desarrolle el máximo potencial de todos los eslabones de la cadena de valor
del cereal es contando con declaraciones de exportación automáticas que permitan
el normal proceso de formación de precios", se evaluó.
Cálculos Erráticos
Para Maizar "los erráticos cálculos de saldos exportables, limitando las
exportaciones, siempre han subestimado la oferta generando situaciones en las
que el mercado reacciona ante estos artificios con importantes quitas a los
precios de paridad".
De esta forma, los productores y toda la cadena de valor que en esta campaña
apostaron a una mayor inversión en tecnología sufren no sólo el efecto
inevitable de la sequía sino también un daño innecesario generado por las
intervenciones al mercado, aseguró.