Durante las primeras semanas de enero, técnicos de Syngenta llevaron a cabo una gira por diferentes campos de Córdoba y Santa Fe para detectar las plagas, presentes en el cultivo de soja, que estuviesen generando problemas en los lotes. Los acompañó el Ing. Roberto Peralta, entomólogo y docente de la Universidad Católica de Córdoba. Si bien se constató la presencia de trips, tucuras y chinches, el gran problema de esta campaña es la arañuela roja, una plaga difícil de combatir, que estuvo presente en todos los lotes recorridos. Recomiendan el uso de Voliam Targo para su control.
Buscando detectar ataques de insectos en soja, técnicos, productores y distribuidores de Syngenta, junto al Ing. Agr y entomólogo Roberto Peralta, recorrieron lotes ubicados en Venado Tuerto, La Carlota, Las vertientes, Bell Ville y Corral de Bustos, donde muchos cultivos de soja ya han entrado en estado reproductivo R3 y R4.
Según el Ing. Mariano Granetto, integrante del Servicio Técnico Syngenta, el panorama de plagas es diferente al año anterior: “No apareció la oruga bolillera y eso descomprime bastante la situación. De todos modos, asoma otro problema: la arañuela. Esta plaga está presente en todos los lotes que recorrimos, y es una plaga claramente asociada a situaciones de sequía. Preveíamos que en esta campaña podíamos tener problemas de arañuela por la Niña, y así fue. El cultivo muy estresado, las escasas precipitaciones y los rastrojos secos generan un ambiente propicio para el desarrollo de esta plaga. No hay zonas donde no esté presente”, afirmó.
Al respecto, el Ing. Roberto Peralta sostuvo: “La arañuela roja es una plaga complicada, su ciclo puede durar hasta 30 días, dependiendo de las temperaturas. Esta plaga explota: la capacidad de postura de la hembra es muy alta. Es capaz de poner entre 300 y 400 ninfas, y eso genera que en poco tiempo el problema se multiplique. Vimos situaciones distintas, algunos campos tenían baja presencia y otros campos tenían una presencia altísima, y en todos los casos veíamos una llegada tardía al momento de control”.
Cómo evaluar el momento de control
El daño que ocasiona esta plaga es la deshidratación de la hoja, ya que raspa y succiona. Cuando empieza a dañar lo hace por la base del folíolo, así es que la hoja se vuelve amarillenta, y cuando el daño es severo la hoja se vuelve marrón. Además, la arañuela teje una tela sobre las hojas que se transforma en una barrera mecánica que dificulta el control químico.
“No hay un umbral definido de manejo de arañuela en Argentina, pero sí se puede hablar de umbrales conocidos y formas de actuar basadas en la experiencia”, continuó Peralta. “La recomendación es no contar arañuelas porque es muy difícil, sino que hay que guiarse por las condiciones de la planta. Estamos aconsejando aplicar si el 25% de las hojas experimentan un cambio de color cuando las plantas están en la etapa previa a la formación de vaina. También si el 15% de las hojas cambiaron de color luego de la formación de vaina. Además se debe considerar la variable climática: si la sequía persiste, reafirma la decisión de aplicar”, aconsejó Peralta.
Qué aplicar contra arañuela
Con respecto a las estrategias de control, los especialistas proponen aplicaciones preventivas. “Vimos lotes con presencia muy alta de arañuela y graves daños. No hay que llegar a eso porque ya es tarde para controlar. En caso de estar a tiempo, hay que anticiparse a la explosión de la plaga”, sostuvo Mariano Granetto. “Para estas situaciones, desde Syngenta estamos recomendando el uso de Voliam Targo, un producto registrado para control de arañuelas de soja que asegura una alta residualidad. Si bien se recomienda su uso a partir de 70 cm3 por hectárea, aconsejamos usar entre 90 y 100 cm3 de Voliam Targo por hectárea por el nivel de presencia de la plaga. La condición indispensable es que este producto debe ser aplicado con aceite mineral, caso contrario el tratamiento puede no ser tan efectivo. Si llegara a llover la presión de esta plaga puede bajar, pero si no es así, y la situación de poca agua persiste, es posible que la arañuela esté hasta el fin del ciclo del cultivo. Además de aplicar Voliam Targo el consejo es seguir monitoreando”, concluye Granetto.
Con respecto a qué productos usar, Peralta recuerda que en ácaros no se recomienda el uso de piretroides, porque si bien en una primera instancia voltean la plaga, luego genera un aumento de la proliferación de ácaros y el problema se multiplica.
Otra estrategia puede ser el uso de fosforados como por ejemplo Clorpirifos, “Cuando se usan fosforados se controla, pero en muchos casos queda la sensación de que estos controles no duran. El problema es que estos fosforados actúan por sólo 3 ó 4 días y en esta plaga hay que considerar el poder de residualidad de los productos”, concluye Peralta. En este sentido el especialista se refirió al uso de Abamectina, uno de los ingredientes activos de Voliam Targo, como un insecticida de muy buena efectividad y persistencia de acción para arañuela, asegurando que en sus ensayos están viendo controles satisfactorios más allá de los 15 días.