Con la devaluación de 65,3% del tipo de cambio decretada por el Gobierno, 70% de los alimentos, rubros agrícolas e insumos agroindustriales que se compraban en el exterior a 2,60 bolívares por dólar experimentarán incremento en los costos de importación, nacionalización y procesamiento en el mercado nacional.

"Algunas de las materias primas cuyas importaciones se encarecerán son el trigo, aceites vegetales, pasta de tomate, avena, saborizantes, emulsificantes, complejos vitamínicos, leche, azúcar, pulpas de algunas frutas, atún y maíz blanco", informó la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos en un comunicado, en cual advierte sobre un incremento de los costos en igual porcentaje al de la devaluación que entró en vigencia el pasado 1° de enero.

También señala que las resinas que se utilizan para la elaboración de empaques, las maquinarias y repuestos que requieren las plantas agroindustriales también se importaban a la tasa de 2,60 bolívares por dólar y ahora deberán hacerse a la paridad de 4,30 bolívares.

"El peso del costo directo de las materias primas, materiales de empaque y repuestos para la industria de alimentos representa desde 40% hasta 70% del precio de venta al comercio detallista, dependiendo del rubro, por lo que el nuevo precio de las importaciones impactará directamente y en diferentes proporciones en los costos de producción", señala el comunicado.

Ante este incremento de costos, Cavidea le pidió al Gobierno que revise "con la urgencia del caso" los precios controlados de esos alimentos y apruebe un aumento que evite pérdidas en el sector, permita mantener el actual nivel de producción y no haya desabastecimiento de los rubros mencionados.

El gremio no indica el porcentaje de incremento en cada producto, pero cálculos preliminares de la industria indican que con el último ajuste cambiario se debería reconocer un aumento de 40% y un adicional de 65% para compensar los incrementos de los precios internacionales, la anterior devaluación y la inflación interna.

Pérdida o ganancia

Los argumentos del gremio contradicen la afirmación hecha por el director del Banco Central de Venezuela Armando León, quien aseguró que la mayoría de las empresas que importaban insumos a 2,60 bolívares no asumían esa paridad en su estructura de costos ni en los precios. "Eso fue lo que fuimos observando a lo largo de los últimos cuatro meses del año y lo veníamos advirtiendo", aseguró el directivo.

Sin embargo, en la actualidad hay 18 alimentos básicos que tienen precios regulados y en la mayoría son importados o requieren de insumos externos para su procesamiento, que se regían por el tipo de cambio preferencial vigente hasta el año pasado como es el caso de la carne de res, leche en polvo y pasteurizada, leche de soya y fórmulas infantiles, los quesos blancos duros pasteurizados y los amarillos, sardinas en lata, pastas, arroz, azúcar, pan de trigo salado y de sandwich, harina de maíz, café y los aceites de maíz, girasol y de mezcla.

En el caso de las pastas, la materia prima es importada y representa 65% del costo de producción. Desde hace 20 meses no se incrementa el precio al consumidor y las empresas reportan pérdidas porque en ese tiempo han subido los salarios, los empaques, la materia prima internacional y ha habido dos devaluaciones.

"La agroindustria está muy debilitada. Hoy en día se importa la mayoría de los rubros alimenticios. Ahora con la devaluación las empresas no son competitivas y tendrán pérdidas superiores en sus costos de producción", dijo Rafael Alfonzo, presidente de Cedice.

Sostuvo que en un año la variación del tipo de cambio es de más de 100%, porque hay rubros que se importaban a 2,15 bolívares por dólar al cierre de 2009 y ahora pasan a 4,30 bolívares. "Hay alimentos con precios controlados que tienen un alto componente de insumo importado y pese a las dos devaluaciones no se ha reconocido ese incremento en el precio final".

Dijo que este ajuste cambiario se suma a la lista de factores que entorpecen la producción. "Tenemos una inflación que no se reconoce en los precios controlados. Las estructuras de producción están afectadas por el ajuste salarial, la falta de servicios públicos, las leyes restrictivas, las amenazas de expropiación, los conflictos laborales y ahora se suma la devaluación. En resumen, un sector productivo cada vez menos competitivo y aplastado".