El empresario sojero Tranquilo Favero conversó con nuestra hoja y tocó diversos puntos como lo referente al futuro del agro este año, la resistencia al uso de transgénicos, el impuesto a la soja, y hasta la falta de cemento en nuestro país.
Considerado como el rey de la soja en Paraguay, el brasileño Tranquilo Favero tiene como carta de presentación el ser el hombre con mayor cantidad de hectáreas cultivadas en el país, propietario de 9 empresas, con más de 40.000 cabezas de ganado y 1.500 empleados, su opinión siempre será interesante.
Pese a que existen organizaciones campesinas y ONGs que no pueden escuchar su nombre, es imposible no tener en cuenta sus palabras.
-¿Cómo cree que se presentará este año agrícola?
-Lo único que puedo asegurar es que si el tiempo se comporta como se ha venido comportando en los dos últimos meses, esta será una de las mayores zafras de soja de todos los tiempos. No solo en volumen de producción, sino también en ingreso de divisas por los buenos precios que se están teniendo actualmente.
-¿Qué nos puede decir sobre el anuncio del Gobierno sobre el crecimiento económico del 14,5% que ha tenido el país en 2010?
-El año 2010 hemos visto que el ministro Dionisio Borda y el presidente Fernando Lugo han señalado que se ha logrado un crecimiento económico de 14,5%. Eso es inédito realmente y quedamos en el tercer lugar en el mundo en crecimiento. Sin dudas es algo muy importante. Yo me siento parte de eso, ya que la agricultura y la ganadería han aportado el 80% de las exportaciones para lograr ese crecimiento.
Sin embargo, debo quejarme de que escuché que mientras unos se llenaron los bolsillos, otros quedaron sin pandulce a fin de año. ¿Y por qué esto? Por ejemplo, yo tengo tres obras en construcción, no puedo terminar ninguna por falta de cemento. Mucha gente pasó las fiestas sin dinero porque no había cemento para la construcción; esto tiene un efecto multiplicador y el Gobierno no hace nada para corregir eso.
-¿Por qué enviar la soja al exterior y no industrializarla acá?
-Una de las cosas que a mí me duele siempre es leer que aproximadamente 150 mil paraguayos han salido del país a buscar trabajo, y la mayoría de ellos fueron a la Argentina, muchos inclusive a trabajar en fábricas donde se procesa la soja que se produce en Paraguay.
Yo soy agricultor, en mi cédula figura profesión: agricultor. Es mi orgullo, pero yo soy eso, no soy industrial, nuestro compromiso es producir materia prima y eso hacemos.
El Gobierno es el que tiene ofrecer condiciones e incentivos a los industriales de fuera para que vengan a industrializar nuestra materia prima. Deben darle la seguridad jurídica como la tienen en el Brasil o en la Argentina para poder invertir.
A nosotros nos convendría tener una industria acá, ya que el flete que pagamos para trasladar nuestros productos es mucho. Sería bueno hacer esa pregunta también a los gobernantes.
-¿Por qué no dan incentivos a los que quieren invertir en el país?
-Es una vergüenza que se envíe toda esta materia prima afuera.
-¿Qué nos puede decir sobre el uso de la soja transgénica, por qué tanta resistencia de algunos grupos?
-En Paraguay, la soja transgénica que se utiliza es solo aquella resistente a las malezas, mientras que en otros países se utilizan las variedades que son resistentes a plagas, enfermedades y demás problemas. A diario hay quejas de que los sojeros se pasan fumigando y contaminando. ¿Por qué no nos dejan usar la soja resistente a otros problemas y así vamos a ahorrarnos las fumigaciones?
Paraguay creció 14,5% en su economía, es 3º en crecimiento en América del Sur, por qué no pensar en grande. Este país ha sido premiado por la naturaleza, ya que el 100% es productivo, no como en otros países que tienen zonas en donde no se puede hacer prácticamente nada. Se debe aumentar la producción aplicando tecnología, desde el pequeño, mediano y gran productor, todos.
Yo no estoy en contra de que se critique a los que tienen dinero, pero eso sí, cuando ese dinero es mal habido y no cuando fue adquirido a base de trabajo bien hecho.
No me considero un latifundista; uno que tiene mucho campo y no lo usa, ese es un latifundista. Yo no tengo campo para especular, tengo que producir con tecnología pero respetando el ambiente.
-Actualmente hay dos proyectos que a los sojeros no les favorecen mucho, uno es sobre el impuesto a la soja y otro sobre la ley contra el uso de agrodefensivos.
-En el tema de crear un impuesto a la soja los gobernantes están faltando a la verdad cuando dicen que Brasil cobra impuesto para exportar materia prima.
Brasil no tiene impuestos a la exportación, lo que cobra el Brasil es 2,5% por la venta de cualquier producto, y es en concepto de contribución que hace el agricultor, y que lleva el nombre de Fondo Rural; ese aporte es para servir de asistencia médica y para la jubilación del agricultor. Es casi como el IPS acá en Paraguay. Acá no hay eso.
En Argentina sí hay un impuesto a la soja, pero, ¿por qué copiar a un país que se está ahorcando?, la producción en ese país está cayendo por culpa de su propio gobierno. No vamos a copiar algo de quienes infelizmente no saben hacer las cosas. No se puede matar a la gallina de los huevos de oro.
En lo que respecta a la Ley de Agrodefensivos, es otra traba que se quiere poner a la producción. El 14,5% de crecimiento no se ha logrado porque hay gente jugando vóley o andando en moto paseándose por ahí. Es porque hay gente que trabaja y produce.
Actualmente Paraguay está en el primer lugar en producción de volumen per cápita en el mundo en soja, con 1.300 kilos por habitante.
-¿Por qué su empresa produce granos y no algodón, un rubro que sigue teniendo buen precio en el mercado internacional?
-Me gustaría, y te cuento por qué, unos amigos brasileños cultivaron el año pasado 60 mil hectáreas de algodón obteniendo un promedio de 4.050 kilos por hectárea. Este algodón es transgénico y se vende en el mercado de Liverpool, y en el mercado de Nueva York al mismo precio que un algodón convencional, no hay diferencia. Acá en Paraguay se produjeron el año pasado 1.320 kilos por hectárea, y es mucha la diferencia.
Aquí mientras tanto se sigue frenando la producción, la Seam y el Senave ponen trabas y no se puede salir adelante, y seguimos dando oportunidad a otros países.
Sobre el punto del algodón transgénico, pregunto yo: ¿Se ha dado alguna vez un caso de que una persona haya muerto por utilizar ropas confeccionadas con algodón transgénico? No, nunca, y es una pena que siga habiendo gente que traba el progreso de un país.
Dentro de dos años se instalará industria aceitera
Durante la nota realizada con el empresario sojero Tranquilo Favero, el mismo significó que existe un proyecto para que dentro de dos años se instale en nuestro país una industria aceitera, y que sería de una multinacional. La misma tendría capacidad para procesar 10 millones de toneladas de soja, por tanto el futuro que predijo nuestro entrevistado es que Paraguay tendrá que importar soja próximamente si no aumenta la cantidad de hectáreas cultivadas.