Fernando bertello
LA NACION

Con lluvias dispares, no generalizadas, que sólo tuvieron buenos milimetrajes en lugares puntuales, pero que hasta el cierre de esta edición no habían descargado un importante caudal en las zonas más afectadas por la sequía, como el norte bonaerense, comenzaron a llegar las precipitaciones a la pampa húmeda.

Las lluvias no logran revertir las pérdidas de rindes ya ocasionadas en el maíz, aunque evitan una mayor disminución. Además, facilitarían la implantación de soja que todavía no se pudo concretar.

Según un relevamiento de La Nacion, las lluvias tuvieron mayor fuerza en parte del oeste y sudoeste bonaerense y en determinadas zonas de La Pampa. Al respecto, en Ameghino, provincia de Buenos Aires, se contabilizaron entre 50 y 60 milímetros, según contó el técnico Joaquín Rabasa. Daniel Coria indicó que allí también se registraron 90 milímetros.

Hasta ayer por la tarde, en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires tenían reportes de que en Coronel Pringles, en el sudoeste bonaerense, llevaban caídos unos 30 milímetros; 20 mm en Huanguelén y en Bocayuva, en el oeste bonaerense, 30 milímetros.

En tanto, en América, Diego Daffara comentó que allí midieron 17 milímetros y el productor Santiago Del Solar informó que cayeron 23 mm en Trenque Lauquen. En Colonia Seré, en el partido de Carlos Tejedor, se registraron hasta 62 mm en una zona rural. Rodrigo Mardones reportó 15 mm en Coronel Dorrego y 44 mm en Coronel Suárez.

Entre otros lugares, en La Pampa, en General Pico hubo unos 40 millímetros.

A todo esto, también hubo precipitaciones sobre el sur de Santa Fe y Córdoba. En la primera provincia, en el sur santafecino, se habían registrado hasta anoche unos 20 mm en Hughes, 26 milímetros en Villa Cañás y 30 mm en Teodelina, entre otros lugares.

Disparidad

Para Córdoba, según un relevamiento hasta ayer realizado por la Bolsa de Cereales provincial, donde más precipitaciones se observaron fue al sur del departamento de Río Cuarto, con registros de 60 mm en Vicuña Mackenna y Tosquita, y 61 mm en Washington. Llamativamente, hubo localidades como Noetinger, en el sudeste cordobés, con 45 mm en la ciudad, pero con lluvias que a 2000 metros del casco urbano no tenían más de 5 a 15 mm. Igual situación se dio en otros lugares de la provincia.

"Salvo Unión y Marcos Juárez [dos departamentos del sudeste provincial que tienen cultivos en una mejor situación], hay zonas complicadas y los rendimientos están en franco retroceso", expresó Silvina Fiant, técnica de la Bolsa de Cereales cordobesa. Según un informe de la entidad, allí en diciembre pasado las precipitaciones fueron incluso menores a 2009 y 2008, este último, el año de la peor sequía en cien años. Varios departamentos tuvieron en diciembre entre 50 y 70 por ciento menos de lluvias que hace dos campañas agrícolas.

En este contexto, para diversos productores las lluvias que llegaron no logran revertir las pérdidas de rindes, ya que fueron dispares y en general no hubo importantes milimetrajes. Sólo evitan una caída mayor. "Sigue el patrón [climático] de lluvias desuniformes. No compensamos las pérdidas en maíz; esto ayuda a terminar de implantar la soja de segunda [la que se siembra después de la cosecha de trigo]", comentó Nicolás Spurio.

Precisamente, hoy a nivel país restan sembrar unos 3,5 millones de hectáreas con soja, sobre una estimación prevista en 18,5 millones de hectáreas, y parte de esa cifra ahora podría implantarse con estas lluvias.

En este contexto, anoche productores del norte bonaerense, una de las zonas más afectadas por la seca y que posee las tierras más ricas del país, seguían aguardando precipitaciones abundantes. En Arrecifes, una de las localidades afectadas, había comenzado a llover, mientras que en Rojas, también en el norte provincial llevaban al cierre de esta edición entre 5 y 7 milímetros.

Entre otras regiones, en Bolívar el productor Luis Miceli llevaba contabilizados de 5 a 10 milímetros.