El año del Bicentenario cerró, en materia de crecimiento de la actividad económica, mucho mejor de lo que habían estimado analistas y hasta en el Gobierno. Por varios factores, que muchos denominan “viento de cola”, el PBI terminará el año con un alza en torno al 8%. Y en esa performance el agro, la industria automotriz y la siderurgia tuvieron un rol más que destacado, en un contexto favorable con Brasil y China apuntalando con sus compras el crecimiento local.
No obstante el buen balance, los especialistas sostienen que el año que se avecina no podrá mantener el ritmo de fuerte crecimiento con que cierra 2010, que deja en torno de un punto porcentual de arrastre para el próximo ejercicio. El factor común de alerta es el clima: la sequía que ya está afectando la cosecha gruesa impide que los pronósticos 2011 se despeguen de la zona de cautela.
El crecimiento del PBI de este año tuvo tres ejes fundamentales y que, en mayor o menor medida, permanecieron inalterables a lo largo del año que termina. Pero los analistas coinciden en señalar a la actividad agropecuaria, y la buena campaña 2009/10, como los principales responsables del repunte.
Es que, los principales cultivos del país, en especial la soja (el producto primordial de exportación argentino), tuvieron un excelente desempeño en la campaña que finalizó a mediados de año. En ese marco, la producción sojera, que marcó un récord con 55 millones de toneladas, se incrementó 70% interanual y las exportaciones del complejo oleaginoso lo hicieron en 134%. Claro que fue comparado con un 2009 en el cual la producción primaria había sufrido la peor sequía en 100 años, lo que diezmó no solo la cosecha, sino con ellos el ingreso de dólares al país y a las arcas fiscales por la vía de las retenciones.
Al momento de ponderar la importancia del sector primario para la actividad económica 2010, Maximiliano Castillo, de la consultora ACM, planteó que la supercosecha sojera, y las buenas campañas de trigo y maíz, posibilitaron que el agro aportara un cuarto del crecimiento de la actividad económica. “En el fuerte crecimiento de la economía, el agro y las actividad conexas explican poco más de 2%”, planteó el economista.
En un escalón un poco más abajo, contribuyeron al fuerte crecimiento económico, la producción automotriz, que subió 43% interanual hasta noviembre, y la siderurgia, con un alza de 36,6% en el mismo lapso. “El agro, Brasil, las automotrices y la siderurgia explican la mitad de la tasa de expansión del producto”, sostiene Castillo, para quien difícilmente se pueda repetir un escenario con esos niveles de crecimiento, por la base de comparación y las perspectivas climáticas negativas para el campo (ver aparte).
Una visión similar mostraron en el Departamento de Estudios Económicos del Banco Ciudad, que lidera Luciano Lespina. Plantean que las actividades primarias contribuyeron en 1,5% al alza del PBI, tras acumular una mejora de 25% en el tercer trimestre del año. Además, le atribuye a la industria manufacturera un porcentaje similar de contribución a la expansión económica, aún cuando la mejora sectorial fue de 10% entre julio y septiembre. Y sostiene que el Comercio fue principal contribuyente al alza del PBI: 1,7%.
“El agro, la industria y el comercio, que explotaron en 2010, fueron impulsados por factores que no volverían a repetirse el año próximo”, resalta el equipo de Lespina.
Añaden desde Ecolatina, que para la expansión del PBI local fueron fundamentales “la recuperación a altas tasas de Brasil y China, los principales socios comerciales de la Argentina, la fortísima suba de precios de los commodities y los extraordinarios resultados de la campaña sojera” local.