El balance del 2010 para los productores puede resumirse en dos frases: fue un año climática y económicamente positivo, y políticamente frustrante, debido a los pocos cambios logrados para el sector, tanto desde el Congreso como de parte de organismos como el Ministerio de Agricultura y su promocionado Plan Estratégico Agroalimentario (PEA). En medio de esto, hacia finales de año, el sector fue sorprendido por el fallecimiento del que fue uno de sus mayores rivales políticos, Néstor Kirchner.
El año 2011 comienza condicionado por el fenómeno climático de La Niña, los altos precios en el mercado granario, en términos históricos, y la imperiosa necesidad de lograr los cambios para el sector desde la política que no se consiguieron este año.
En el aspecto económico, luego de un ciclo 2008/2009 azotado por la sequía y fuertes caídas en los precios, en la campaña 2009/2010 los productores argentinos tuvieron su desquite. El clima acompañó a la producción y los precios también, ya que hubo altos precios para la ganadería, luego de años de pérdidas, y también para los granos, especialmente, en los últimos meses del año. "Este fue un año excepcional en términos de precios y de mercados. La tendencia alcista arrancó con la soja y continuó con el trigo. Ojalá que las perspectivas climáticas para 2011 mejoren, para permitirnos seguir disfrutando de la bonanza de precios", dijo Ricardo Baccarin, vicepresidente de la corredora Panagrícola.
A este excelente panorama agronómico y económico se contrapusieron los malos resultados obtenidos desde el punto de vista político. Si bien la elección de 13 agrodiputados en el Congreso se convirtió en una de las grandes noticias de 2009, una vez que estos asumieron, no lograron todos los cambios esperados por los productores y las entidades para 2010, como la reforma de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) y la eliminación de las retenciones.
"Es cierto que hubo demoras con ciertos temas, pero hay que ubicar a la Comisión de Agricultura dentro de lo que pasó en el Congreso, que estuvo todo el año limitado por las acciones del Gobierno y el oficialismo", analizó Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). "Por otro lado, las internas de la de la oposición también se colaron en la comisión. Hubo muchos momentos en que diputados del mismo partido no estaban de acuerdo en determinados proyectos para el sector", dijo Llambías.
Tampoco el Ministerio de Agricultura, una novedad del último trimestre de 2009, logró encauzar la relación del Gobierno con los productores. El caballito de batalla de esta cartera, el Plan Estratégico Agroalimentario, no logró entusiasmar a las entidades (a excepción de Federación Agraria), que cuestionaron la falta de consenso con los productores en la elaboración de sus objetivos y enrostraron al programa un tinte marxista.
Pero sin dudas el hecho político más sorprendente del año fue la inesperada muerte del ex presidente Néstor Kirchner, uno de los rivales más importantes del sector desde 2008. Con la muerte de Kirchner, no sólo cambio el escenario de cara a las elecciones de 2011, sino que abrió un interrogante sobre si la clásica confrontación campo-Gobierno podría terminar o, al menos suavizarse, en los próximos meses.
Productivamente hablando, no sólo el clima y los altos precios agrícolas dieron motivos de alegría a los productores argentinos. El año del Bicentenario también será recordado por el afianzamiento del fenómeno de los biocombustibles, de la mano de la implementación del corte obligatorio para el gasoil al 5%; por la avanzada de los productores argentinos en Sudáfrica, adonde exportan tecnología y know-how agropecuario y la mayor difusión de prácticas de avanzada, como la agricultura por ambientes.
Otras buenas noticias fueron la fuerte recuperación de la producción lechera tras varios años negativos y la consolidación de la alianza entre productores y organizaciones sociales como el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD), para impulsar iniciativas en favor de los que menos tienen.
Entre las contras, se pueden mencionar la continuidad de la política de intervención oficial a los mercados, que se traduce en trabas a la comercialización y a las exportaciones y el aumento de la burocracia para operar. Dentro de esto, cabe destacar la implementación del sistema de listas para la venta del trigo, que no logró su cometido y culminó en el fracaso de la comercialización del cereal de la campaña anterior.
Por otro lado, la crecientes diferencias de la Mesa de Enlace fueron otro motivo de preocupación para el agro. El acercamiento del líder de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, al Ministerio de Agricultura, y la postura de esta entidad respecto a arrendamientos o retenciones, puestas de manifiesto en los debates de la Comisión de Agricultura, generaron tantas fricciones con las otras entidades que, hacia fines de año, la unidad estuvo cerca de romperse. Para agregar más leña al fuego, en medio de esto hubo un enfrentamiento entre el diputado Ricardo Buryaile (ACyS-Formosa) y Buzzi, a raíz de la supuesta cercanía del federado con el Gobierno.
La foto que selló la reconciliación de la Mesa de Enlace llegó en el último mes de este año, cuando los problemas del trigo y la carne se volvieron demasiado graves como para no hacer un reclamo conjunto. "Creo que lo que pasó nos dejó una enseñanza, que es que la unidad en el disenso es valiosa, pero no hay que exagerar posturas que uno no cree. La Rural nunca debería levantar la bandera de la segmentación, aunque FAA si lo haga. Cada una debe ser fiel a sus convicciones, peleando por los temas comunes", analizó el productor Francisco Santillán, delegado de la Rural en Rojas.
Santillán minimizó las supuestas diferencias de la FAA y las otras en temas como retenciones u Oncca. "Hoy las bases pensamos igual, porque vivimos los mismos problemas. No creo que muchos productores de Federación avalen la segmentación, por las trabas burocráticas que tendría. Creo que a veces la cúpula de FAA tiene posturas atrasadas en el tiempo, que no tienen que ver con la realidad de hoy y con lo que pensamos todos los productores del llano, incluidos los de FAA", dijo Santillán.
En comercio exterior, las malas noticias llegaron desde China. Debido a las trabas aplicadas por la Argentina a las importaciones de productos de ese país, el gigante asiático suspendió sus compras de aceite de soja por seis meses. Como resultado, entre abril y mayo cayeron un 96% las ventas del producto con ese destino, en comparación a 2009.
Otro de los hechos negativos del año fue la crisis de oferta ganadera, que se tradujo en altos precios para los productores a partir del segundo semestre, pero tuvo como contracara el cierre de una treintena de plantas y un aumento de un 86% en los valores de la carne, lo que hizo descender el consumo per cápita de 71 a 51 kilos.
Mercedes Colombres
LA NACION
PRECIO DE LA CARNE
Luego de casi cuatro años de pérdidas debido a la intervención oficial, el precio del ganado repuntó y permitió una reactivación del sector. Debido a la escasez de oferta bovina, se estima que en 2011 continuarán los buenos valores para la actividad
POLÍTICA
Frente a la decisión de la presidenta Cristina Kirchner de no hacer cambios, los agrodiputados no obtuvieron resultados en modificar los principales problemas del sector: la reforma de la Oncca y la eliminación de las retenciones a las exportaciones
PRODUCCIÓN
China fue y será uno de los factores más influyentes en el mercado. La suspensión y posterior apertura de las compras de aceite de soja de ese país, tuvo en vilo a productores y diplomáticos. Sobre fin de año se conoció el acuerdo para exportar carne vacuna.