China es el mercado al que todo el mundo quiere llegar con sus exportaciones. Y los productores argentinos también buscan ingresar a este mercado.
Frente a esto, el ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, planea firmar un acuerdo para exportar carne bovina al país asiático. El convenio quedaría sellado a finales de noviembre, cuando una comitiva oficial visite el país asiático, aunque los detalles se terminarían de acordar la semana que viene cuando llegue al país su par chino Han Changfu.
El acuerdo se enmarcaría en una recuperación del intercambio comercial entre ambas naciones, luego de un largo período en el que China bloqueó su importación de aceite de soja argentino. El gigante asiático realizó fuertes compras del producto a la Argentina desde que la veda fue levantada algunas semanas atrás.
El acuerdo también incluirá la apertura del mercado chino a la malta argentina, utilizada para la elaboración de cerveza. Los negociadores de Argentina esperan expandir el trato e incluir algunas frutas y queso.
“Esto va a ser muy bueno para equilibrar nuestro intercambio bilateral”, dijo a Reuters Luis María Kreckler, viceministro de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales de Argentina. “La situación se ha normalizado entre ambas partes. Hay diálogo y todo está yendo bien”, agregó.
El acuerdo de exportación de carne a China llega en un momento crítico para la producción bovina local. Así lo refleja un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra) donde se asegura que la producción de carne vacuna local acumula una caída de 21,8% entre enero y septiembre, comparada con el mismo lapso de 2009.
Estos datos no son desconocidos en el Gobierno y podrían poner en riesgo el convenio con China. Sin embargo, los funcionarios sostienen la importancia de abrir el mercado. “Es una plaza muy importante, después veremos cómo cumplimos”, aseguran.
El problema que se presenta es que la Argentina ya tuvo “malas” experiencias con el mayor mercado del mundo. En marzo pasado China suspendió las compras de aceite de soja argentino, alegando problemas de calidad, y levantó esa veda en octubre, en medio de un incremento de las preocupaciones sobre inflación doméstica.
Pero todo hizo suponer que la medida asiática se debió a una represalia contra el cierre a las importaciones chinas y que afectaron a cerca del 4% de las compras de bienes del país asiático.
Pero los más optimistas señalan que la exportación de carne vacuna sin hueso al gigante asiático podría ayudar a revitalizar la industria frigorífica local. En especial porque el rodeo sufrió una reducción de 10 millones de animales en los últimos tres años, para quedar en 48 millones, debido a severas sequías, la “sojización” sumado a la política agropecuaria que lleva adelante el Ejecutivo nacional.