Acopiadores de Santa Fe advierten que la cadena de pagos se está tensando en el campo a raíz de la falta de compras regulares de trigo por parte de los exportadores.

Así lo dice una carta que la Sociedad Gremial de Acopiadores de Rosario le envió a la Federación de Entidades Acopiadores de la Argentina en la que detalla la difícil situación por la que atraviesa el sector y le reclama una rápida reacción gremial. Y como todavía no hay respuesta de Buenos Aires, las propias entidades del interior podrían salir solas a denunciar la situación.

¿Qué está ocurriendo? Pese a que el gobierno está liberando exportaciones del cereal, los exportadores no aparecen comprando en las Bolsas, justo en un momento donde los productores necesitan vender trigo.

En lo que va de esta semana el gobierno liberó nuevos permisos de embarque (ROE) de trigo 2009/10 por 25.000 toneladas (todos contra el pago adelantado de retenciones), según datos publicados por la Oncca. De esta manera, desde el 14 de octubre pasado –cuando comenzaron a liberarse ROEs de cereales 2009/10– hasta la fecha los permisos de trigo suman 2,87 millones de toneladas (de los cuales 2,74 M/toneladas fueron autorizados con un plazo de embarque de 365 días concedido a cambio del pago adelantado de retenciones).

Pero pese a las autorizaciones de embarque de trigo concedidas por la Oncca vienen siendo bastante fluidas, no sucede lo mismo con las ofertas de precios realizadas por los exportadores (tanto del disponible como de forwards).

Los acopiadores responsabilizan por esta situación al avance de la compra directa (exportador productor salteando a los intermediarios) y aseguran que las empresas están adquiriendo toda la mercadería de sus propios acopios, que cada vez son más, dejando sólo un pequeño resto para comprar vía la Bolsa (corretaje y acopio).

Lo delicado de la situación, sostienen los acopiadores, es que los productores necesitan vender pero los acopiadores no tienen a quién venderle porque los exportadores no aparecen en el mercado.

Y los productores necesitan vender hoy por dos razones. Por un lado, están los que tomaron deuda para comprar insumos programando vencimientos para este fin de año pensando hacerle frente con la venta del trigo que se está cosechando. Pero además están los que esperaban ese dinero para la siembra de soja de segunda. En ambos casos, alertan los acopiadores, se está tensando la cuerda y se podría romper la cadena de pagos en el campo.

Esta situación es más acuciante en la zona, donde la mayoría del trigo es para exportación y no tiene calidad suficiente para vendérsela a la molinería (consumo interno). Además, a diferencia del maíz, el trigo no tiene la cantidad de compradores que pueden competir con los exportadores (feedlots, polleros, fábricas de alimentos balanceados, ganaderos).

Ya no se trata de una cuestión de precios (porque la exportación no necesariamente está pagando mal siempre, aunque esta semana en Uruguay se vendieron forwards de trigo enero 2010 a 205 u$s/tonelada contra los u$s 179 de Rosario), sino de ausencia de compradores.

¿Y por que faltan los compradores? Muchos en los acopios culpan al avance de la compra directa y alertan de los perjuicios futuros que tendrán los productores ante la pérdida de gravitación de los mercados como concentradores de la oferta y la demanda.

Pero también hay un clara causa: la intervención del Estado, en este caso ocultando las cifras del comercio granario, que en nada tienen que ver la estrategia de los exportadores de crecer en las compras directas.

Como en octubre de 2008 el gobierno nacional suspendió la publicación del informe –que hasta entonces realizada la Sagpya– de compras, ventas y embarques, muchos empresarios agrícolas no tuvieron forma de saber que los exportadores llegarían a cosecha súper comprados y que, por ende, no tienen mayores necesidades de adquirir trigo en estos días para cumplir con compromisos externos.

De esta manera, no son pocos los productores de las zonas trigueras que llegan a cosecha y se encuentran con el hecho de que el principal comprador tradicional del cereal está retirado del mercado.

Esta situación está generando mucha angustia en la producción y ya circulan entre los acopiadores la idea de pedirle al gobierno nacional que (a través de la Oncca o del Ministerio de Agricultura) salga a comprar trigo para abastecer el mercado interno y evitar la quiebra de las producción, casi en una suerte de nueva Junta Nacional sin infraestructura (porque quedaría el grano en los silos privados).

Y para que la propuesta esté madurando en los propios sectores acopiadores, bastante reacios por tradición a las regulaciones estatales, significa que la situación está áspera.

Con todo, en la exportación el mensaje sigue siendo claro: si se libera el mercado y se normaliza el comercio, más allá de la compra directa.