En el marco de un acto que se produjo en la localidad santafesina de Armstrong junto a intendentes de la región y a obreros de la industria metalmecánica, el presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, recibió amenazas contra su hijo de cuatro años.
El presidente de la filial FAA de Rosario, Marcelo Vezzani, fue el destinatario de las llamadas anónimas que le advirtieron: “Decile a Buzzi que no siga hablando porque le vamos a “limpiar” al pibe”.
“Esto es parte del enrarecimiento del clima de la protesta. Una protesta que hasta acá es un éxito porque el productor dejó de comercializar, porque sólo entraron 200 animales al mercado de Liniers, porque no llegan camiones a los puertos, porque es legítimo lo que estamos haciendo, y porque asumimos algo que parece que le molesta al gobierno: que los obreros, los chacareros, los intendentes y los industriales, nos empecemos a poner de acuerdo para cuestionar la política.
Cuando se terminan los argumentos, parece que lo que viene es provocar el desprestigio, descalificar y hacer parecer que la inseguridad la crean los productores. Sin embargo, todos sabemos que la inseguridad la genera la exclusión que provoca este modelo que es una máquina de generar pobreza.
Cuando no pueden apelar a la razón para solucionar los problemas, apelan a la razón de la fuerza. Lo que debemos hacer es debatir ideas y dejar de embarrar la cancha”, expresó Buzzi. Además, el presidente federado reflexionó sobre el momento especial en el que se generaron esos hechos intimidatorios: “Casualmente las amenazas aparecen cuando con los trabajadores nos empezábamos a poner de acuerdo en montar una tribuna en Armstrong para el próximo jueves 26 bajo la consigna ‘Por la dignidad y el trabajo de los pueblos del interior’.
Justamente estábamos gestando eso, Armstrong se va a transformar ese día en la capital en contra de la conflictividad social y por otro proyecto de país”.