Más allá de los anuncios de ayer del Gobierno, los tamberos están preocupados. Es que La Serenísima, la mayor láctea del país, que abastece cerca del 15% del consumo interno, les avisó a sus proveedores que las facturas de febrero llegarán con una significativa baja.
En la liquidación de los envíos de enero, esa empresa pagó por litro de leche cruda un promedio entre lo supuestamente destinado al mercado interno (85%) y el excedente, cuyo destino es la exportación. En el primer caso, el valor rondó entre $ 0,80 y $ 0,85 y, en el segundo, entre $ 0,45 y $ 0,50.
La diferencia se debe a que la cotización internacional tuvo una enorme caída como consecuencia de la crisis global, y a que las lácteas se encuentran sobreabastecidas, debido a las limitaciones impuestas por el Gobierno al comercio exterior. Así, los productores cobraron efectivamente entre $ 0,70 y $ 0,80 por litro, es decir, de 20% a 30% por debajo del acuerdo firmado con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que fijaba $ 1 por litro.
En febrero, el ingreso de los tamberos volverá a caer. Por medio de una circular, La Serenísima les informó a sus remitentes que por lo recibido este mes pagará $ 16,3 el kilo de proteína (el modo en que se establece el valor de la leche), cuando en enero lo pagó $ 19,75. La caída es del 17,5%. Esto se traduce en una merma de entre $ 0,10 y $ 0,15, que ubica al litro en entre $ 0,65 y $ 0,70.
Tomás Bohner, tambero de Brandsen, comentó que a esa caída en el precio se agrega este mes que, por el calor, la sequía y la mala calidad del forraje, se está reduciendo la cantidad de proteína que contiene la leche, con lo que la baja del precio podría ser mayor. “La dieta de las vacas de tambo suele estar compuesta en partes iguales por alimento balanceado, pasturas y silo de maíz. Pero este año no hay ni pasto ni silo”, dijo. Según él, en febrero, los productores de la zona recibirán entre $ 0,75 y $ 0,80 por litro.
René Ferrero tiene su tambo en Morteros, Córdoba, y remite una parte de su producción a una pyme local y otra a Sancor. Esta empresa le pagó en enero $ 1 por el 70% de su producción, mientras que por el 30% restante cobró $ 0,50 el litro. El promedio rondó los $ 0,80, aunque no descarta nuevas bajas en febrero teniendo en cuenta lo hecho por la principal láctea del país. Los tamberos de la zona que proveen a La Serenísima están al tanto de la caída en el precio.
Guillermo Cánepa, presidente de la Sociedad Rural de Suipacha, Buenos Aires, sostuvo que a la caída en los precios se suma el diferimiento en los pagos: “Sancor paga a 90 días, mientras que La Serenísima entrega adelantos y termina de cancelar a los 60 días”, dijo. Esto también les genera inconvenientes a los productores que necesitan de liquidez para enfrentar los mayores costos de la sequía. Al respecto, Guillermo Draletti, ex presidente de la Unión General de Tamberos, señaló que el costo de producir un litro de leche supera $ 1, cuyo tambo es uno de los 7.200 que producen 3.000 litros diarios y concentran el 44% de producción nacional.