Como si el dique de la confianza se hubiese rajado, el agua del miedo inundó las áreas de decisión.

Las plazas financieras de EE.UU. están desconfiando de la capacidad de resolución de los graves problemas, por parte de la Administración Obama. El tiempo pasa y la llamada “luna de miel” se va acabando.

Cada día que transcurre se prevé una recesión más profunda y, en consecuencia, se incrementa el miedo a que la demanda tenga un fuerte golpe.

En este contexto, de temor e incertidumbre, los mercados bursátiles y los del petróleo sufrieron bajas a lo largo de los últimos días. Para tirar leña al fuego, llegó una noticia terrible de Japón, segunda potencia mundial: su PBI había sufrido la peor reducción trimestral desde la crisis del petróleo en 1974.

Pero la cosa no termina acá. Un nuevo fraude de escala internacional fue descubierto. Se trata de un grave problema suscitado en la bolsa. Por si ello no fuera suficiente, se anunció la suspensión de un rescate por parte de un fondo de inversión inmobiliario.

Cuando la cuestión se pone oscura los fondos buscan las alternativas más seguras. No sólo en EE.UU. sino en todo el mundo.

Estos golpes, que recibe el primer mundo, disminuyen la importancia que tienen los fundamentos en la formación de los precios agrícolas. Por esta razón, la soja tuvo un comportamiento tan negativo. Porque los hechos económicos y financieros internacionales primaron sobre las cuestiones fundamentales.

En tanto y en cuanto la atención esté fijada en la problemática financiera internacional, los fundamentos quedarán postergados y, por ende, la posibilidad de mejoras sustanciales en los precios.

Porque es en los fundamentos donde se basa la esperanza racional de una suba en los precios. En definitiva, hay suficientes hechos para sostener que el mundo afrontará problemas de oferta, con una demanda quizás algo alicaída, pero en menor proporción que la reducción esperada de la primera.

Pero a no dejarse llevar por un análisis reduccionista. Está claro que los fundamentos pierden peso, en este contexto de incertidumbre, pero siguen teniendo algún valor. Aunque menor, vale también.

En este sentido, obviamente, las recientes lluvias en la Argentina tienen un efecto depresor sobre los precios. Y Chicago, recibe el impacto.

Las precipitaciones -que trajeron alivio generalizado- tuvieron mayor peso en la zona núcleo donde cayeron entre 80 y 130 mm.

Respecto a los precios locales, se nota claramente una especial característica del momento. En el mercado local hay una gran diferencia de valores entre la soja disponible y la que es con entrega a partir de abril. La razón de esta diferencia (spread) se explica por la urgencia de la industria por hacerse de mercadería para su procesamiento, así como también por el temor a que el conflicto obstaculice el normal desenvolvimiento futuro de la comercialización a consecuencia del conflicto que no muestra signos de resolución.

Un factor negativo para los precios es la fecha ya que estamos a comienzos de la cosecha sobre todo de Brasil, la gran potencia sojera.

El cuadro que sigue muestra las bajas durante la semana pasada.

Evolución de los precios de la soja (mercado local)


En pesos

16-feb

17-feb

18-feb

19-feb

20-feb

MATBA

 

 

 

 

 

Soja Ros Inm / Disp.

895

850

830

810

785

Físico

 

 

 

 

 

Mercado físico hasta 28/2

880

840

820

790

                *       

 

 

 

 

 

 

* no hubo cotización

Claro que hay que esperar para ver qué pasa en este país ya que es posible que la cosecha termine siendo peor a lo esperado. Existen fundados temores sobre los rindes por el clima y por el menor uso de fertilizantes y de tecnologías en general.

Por otro lado, se sostienen argumentos sobre la baja de la cosecha en la Argentina que, según ellos, no sería tan grave, sobre todo a partir de estas lluvias.

Habrá que ver qué muestra la realidad, porque la sequía fue devastadora y afectó enormemente a la soja de primera.