Como si las propias restricciones a las exportaciones de carne aplicadas por el país no fueran suficientes, el principal cliente individual de cortes bovinos argentinos, Rusia, anunció que restringirá las compras al país. La agencia sanitaria de ese país detectó “sustancias prohibidas” en la carne de algunos embarques provenientes de frigoríficos argentinos. Entre el conflicto agrario y mayores requisitos para despachar alimentos consumidos en el país, las exportaciones de carne totales cayeron 15,5% en lo que va del año.
El comprador del 20% de las exportaciones de carne bovina del país les cerrará los envíos a algunos frigoríficos argentinos. El servicio federal de supervisión agrícola de Rusia, el equivalente al Senasa local, informó que encontró “sustancias nocivas o prohibidas” en los embarques de carne provenientes de la Argentina y de otros siete países.
Si bien esa agencia no dio mayores precisiones, fuentes de frigoríficos locales especularon con presencia de restos de hormonas o anabólicos. Esas sustancias, prohibidas en la mayoría de los países, se utilizan para lograr un mayor engorde del animal a través de la retención de líquidos. Pero pueden ser tóxicas para el consumo humano o rebajar la calidad de la carne.
Las restricciones para el país comenzarán a regir a partir del lunes. La agencia de información rusa agregó que, además de Argentina, las restricciones abarcarán a empresas de Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, España, Australia y Brasil.
La agencia de sanidad rusa se refirió a “algunas empresas” que tampoco identificó. Rusia es el principal destino individual de exportación para los frigoríficos locales. En los primeros cinco meses del año, ese país compró 29 mil toneladas de carne bovina por 79 millones de dólares. La cifra representó el 35% de las ventas totales de carnes frescas.
El año pasado, Rusia fue el primer destino de las carnes frescas argentinas con 97 mil toneladas vendidas por 195 millones de dólares. Por cada tonelada colocada en Rusia, los frigoríficos perciben unos 2.000 dólares. La cifra es apenas una fracción de los 19 mil dólares a los que cotizan los codiciados cortes de alta calidad llamados Hilton.
La medida rusa sólo consolidará la tendencia fuertemente negativa de las exportaciones de carne. En lo que va del año, los embarques al exterior cayeron 15,55 por ciento. El porcentaje es aun mayor que la disminución de 4,68% que registraba en la misma época del año pasado.
Las exportaciones de carnes también perdieron importancia en las exportaciones totales. Los cortes bovinos pasaron de 0,22% del total del volumen de ventas el año pasado a 0,19% en lo que va del año.
Según un informe de la Abeceb, en los últimos tres años las exportaciones de este producto se redujeron un 49 por ciento. Durante los primeros cinco meses de 2005 se embarcaron 161.410 toneladas de carne, frente a las 81.590 toneladas despachadas en el mismo período de este año.
“Esta pérdida de participación y caída de las exportaciones de carnes nos lleva a correr el riesgo de comprometer la cuota Hilton, cuya pérdida perjudicaría aún más la actividad ganadera”, señaló el informe.
El comprador del 20% de las exportaciones de carne bovina del país les cerrará los envíos a algunos frigoríficos argentinos. El servicio federal de supervisión agrícola de Rusia, el equivalente al Senasa local, informó que encontró “sustancias nocivas o prohibidas” en los embarques de carne provenientes de la Argentina y de otros siete países.
Si bien esa agencia no dio mayores precisiones, fuentes de frigoríficos locales especularon con presencia de restos de hormonas o anabólicos. Esas sustancias, prohibidas en la mayoría de los países, se utilizan para lograr un mayor engorde del animal a través de la retención de líquidos. Pero pueden ser tóxicas para el consumo humano o rebajar la calidad de la carne.
Las restricciones para el país comenzarán a regir a partir del lunes. La agencia de información rusa agregó que, además de Argentina, las restricciones abarcarán a empresas de Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, España, Australia y Brasil.
La agencia de sanidad rusa se refirió a “algunas empresas” que tampoco identificó. Rusia es el principal destino individual de exportación para los frigoríficos locales. En los primeros cinco meses del año, ese país compró 29 mil toneladas de carne bovina por 79 millones de dólares. La cifra representó el 35% de las ventas totales de carnes frescas.
El año pasado, Rusia fue el primer destino de las carnes frescas argentinas con 97 mil toneladas vendidas por 195 millones de dólares. Por cada tonelada colocada en Rusia, los frigoríficos perciben unos 2.000 dólares. La cifra es apenas una fracción de los 19 mil dólares a los que cotizan los codiciados cortes de alta calidad llamados Hilton.
La medida rusa sólo consolidará la tendencia fuertemente negativa de las exportaciones de carne. En lo que va del año, los embarques al exterior cayeron 15,55 por ciento. El porcentaje es aun mayor que la disminución de 4,68% que registraba en la misma época del año pasado.
Las exportaciones de carnes también perdieron importancia en las exportaciones totales. Los cortes bovinos pasaron de 0,22% del total del volumen de ventas el año pasado a 0,19% en lo que va del año.
Según un informe de la Abeceb, en los últimos tres años las exportaciones de este producto se redujeron un 49 por ciento. Durante los primeros cinco meses de 2005 se embarcaron 161.410 toneladas de carne, frente a las 81.590 toneladas despachadas en el mismo período de este año.
“Esta pérdida de participación y caída de las exportaciones de carnes nos lleva a correr el riesgo de comprometer la cuota Hilton, cuya pérdida perjudicaría aún más la actividad ganadera”, señaló el informe.